Era 1945, el Tercer Reich estaba en sus últimos y malogrados días. Con la Wehrmacht (fuerzas armadas unificadas de la Alemania Nazi) retrocediendo en todos los frentes, Joseph Göbbels aún lograba que amplios sectores del pueblo alemán pensara que la victoria era posible. Repetían, de manera fanática, lo que el Ministro de Propaganda de Adolf Hitler les afirmaba: “la voluntad de vencer conduce indefectiblemente a la victoria”.
Y esta técnica de penetración en la audiencia alemana se resume en una sola frase atribuida a Göbbels: “una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”. Todos los medios eran buenos para conseguir sus propósitos, sobre todo cuando se puso en práctica lo que él mismo bautizó como la “Guerra Total”.
Andrés Manuel López Obrador sigue los postulados propagandísticos del Tercer Reich. Si en 1945 el Ministro de Propaganda seguía repitiendo que la guerra estaba por ganarse, aunque ya solo operaban los nazis desde el Bunker de Berlín, en 2020 Andrés Manuel López Obrador insiste en que la economía está creciendo, que se ha domado la pandemia y que el sistema de salud mexicano es fuerte.
Las mentiras del presidente se ha aglomerado de tal manera que videos en las redes sociales exhiben sus contradicciones. Las gráficas tanto oficiales como de los institutos de investigación de las Universidades John Hopkins y de Washington revelan que México ha sido de los peores países donde se ha enfrentado el COVID-19.
En distintos días, el país ha estado en el primer lugar en el índice de muertes a nivel mundial; no obstante, el presidente invitó a los mexicanos la semana pasada a “superar el miedo” y a confiar porque ya se estaba viendo “la luz al final del túnel”.
“Tenemos que vencer, no solo la pandemia, sino también vencer nuestros temores, nuestros miedos, desde luego con cuidado (…) también hay muchos que no tienen ganas de salir y hay que hacerlo poco a poco, con cuidado, a ejercer nuestra libertad”.
La declaración del mandatario es una flagrante confrontación a los protocolos tanto de la Organización Mundial de la Salud como de su propia Secretaría de Salud. El confinamiento es urgente ante el aumento de casos, pero el presidente insiste en que hay un control de la enfermedad.
“Por eso también son mis giras, porque yo me podría quedar aquí con la sana distancia, como lo he venido haciendo —y nos ven, esta conferencia la ven muchos— y podría yo desde aquí, desde la capital, seguir gobernando, pero es importante (continuar con sus giras)”, también declaró el presidente.
Los desvíos en el IMSS
La realidad golpeó rápidamente al presidente y al director del IMSS, Zoé Robledo. A lo largo de la pandemia, los escándalos del Seguro Social por la adquisición de diversos insumos a empresas vinculadas con representantes del Gobierno Federal fueron eclipsados por el reiterado mensaje de control de la pandemia repetido por el presidente diariamente.
Pero cuando ocurrió el contagio de Robledo, de inmediato se reactivaron los mensajes de desvío de la atención pública. El 8 de este mes, el funcionario federal informó que dio positivo a COVID-19. El viernes pasado a dicho resultado, Zoé estuvo en la conferencia mañanera de Andrés Manuel López Obrador, por lo que en la última presentación del presidente se le cuestionó sobre si él se haría la prueba para saber si se contaminó.
"No me hago la prueba porque no tengo los síntomas, afortunadamente estoy bien, me cuido y se guarda la distancia. Ahora fui a la gira, en los actos (hubo) muy poca gente, solo medios de comunicación y eso, los compañeros que van de Comunicación Social, muchas gracias por lo que hacen, porque a través de ellos se hace la transmisión de los actos", alegó el mandatario.
El falso mensaje de control de la pandemia se ve reflejado en la actitud personal del mandatario federal, pues de la misma manera en que soslaya políticas públicas de emergencia sanitaria o económica, López Obrador esquiva el gel antibacterial, los cubrebocas y el distanciamiento.
Parafraseando a Göbbels en su conceptualización de la voluntad, el axioma del jefe del Gobierno mexicano sería el siguiente: “la voluntad de vencer (al Coronavirus) conduce indefectiblemente a la victoria sobre la enfermedad”.