A 21 años del sismo de 1999, catedráticos de UPAEP remembraron los daños y afectaciones que dejó el terremoto de magnitud 7.0 con epicentro a 20 km al sur sureste de Tehuacán, así como el apoyo y la colaboración de la institución en la revisión estructural y rehabilitación de edificios.
Eduardo Ismael Rodríguez, catedrático de UPAEP, enfatizó que México está en un sector sísmico importante que origina movimientos sísmicos de gran magnitud y tras el sismo de 1999 se identificaron limitaciones como la escasa instrumentación para poder actualizar datos y la poca cultura de prevención con la que se contaba. De igual forma recordó que se otorgó capacitación a personas que lo solicitaron en los municipios de Cholula, Atlixco, Izúcar de Matamoros y Acatlán de Osorio que también sufrieron afectaciones durante el sismo.
Asimismo, el catedrático Gerardo López mencionó que este tipo de movimientos telúricos han demostrado que no se ha avanzado lo suficiente para atender eventualidades como esta, dejando ver la necesidad de la creación de tecnologías innovadoras, además de la instalación de una red de registros sísmicos y estudios de peligro sísmico para estimar el nivel de intensidad de los sismos.
Por último, mencionó que la mejor medida de prevención es el conocimiento de las amenazas, pues una sociedad informada puede tomar mejores decisiones, e invitaron a las autoridades pertinentes a establecer mecanismos preventivos a través de la investigación y el desarrollo de un plan sísmico y no olvidar que ante el COVID-19 también podemos ser sensibles a un temblor.
