¿Por qué Netflix hace Paulette y otras series?

¿Por qué Netflix hace Paulette y otras series?

Foto: Netflix

Una de las razones del enorme éxito de la plataforma de streaming Netflix es la minería de datos que le ofrece el propio sistema a los directivos de esta compañía, para tomar decisiones sobre las nuevas producciones que podrían ser lucrativas.

 

Los directivos de Netflix saben perfectamente qué es lo que ven los mexicanos, cómo lo ven y cuánto tiempo. Así, de pronto, la plataforma comenzó a subir contenidos mexicanos del pasado: telenovelas o programas mexicanos de las décadas de los noventas, al igual que películas.

 

Los mexicanos comenzaron a consumir este tipo de contenido y entonces se vio como una opción de negocio el consumo de este tipo de series, por lo que la plataforma comenzó a producirlas.

 

Fue así como llegaron a la plataforma distintos productos. La serie Narcos o la miniserie acerca del asesinato de Luis Donald Colosio marcaron una pauta en cuanto a calidad y búsqueda de contenido político.

 

Netflix produjo, por ejemplo, Ingobernable, aprovechando el boom de House of Cards y la salida de Enrique Peña Nieto del poder. El problema principal de esta serie fue que se perdió una enorme oportunidad de realizar crítica social y política, y se enfoca sólo en aspectos de thrillers de acción.

 

Además de fantasiosa, falla en hacer una representación fiel de la profundidad de la corrupción en México y Kate del Castillo se encierra en un personaje que no tiene crecimiento ni una evolución clara.

 

A pesar de ello, la serie fue consumida. La minería de datos que ofrece la plataforma a los productores confirmó ese gusto de los mexicanos por eventos políticos del pasado reciente y también, lamentablemente, que el público mexicano no exige una mayor calidad narrativa por parte de las producciones locales.

 

Tijuana, por ejemplo, es una serie ambiciosa que nunca termina de despegar. Retrata el reto de los periodistas mexicanos en el contexto del narcotráfico al norte del país, la corrupción, las amenazas y la muerte, pero todo cae guiones que parece hemos visto en el pasado.

 

Aunque esta serie de Netflix México tiene buenas interpretaciones, carece de un realismo que permita al televidente empatizar con los personajes plenamente (lo que tendría que ser más importante para la audiencia relacionada con ese mundo). Tiene sus momentos de tensión, pero en general no trasciende como una obra fílmica.

 

Los datos que ofrece Netflix a su departamento de producción fueron los que orillaron a crear “Historia de un crimen: La búsqueda”, la miniserie que retoma el caso del terrible fallecimiento de la niña Paulette Gebara Farah.

 

La serie, protagonizada por Regina Blandón, resultó un tropiezo para la plataforma de streaming, pues los espectadores destrozaron el producto al considerarlo una burla hacia un caso tan polémico y sensible que marcó la memoria colectiva del país.

 

La decisión de utilizar elementos de humor en esta serie ocurre justo a esta minería de datos de consumo que ofrece la plataforma. Dicho de otra manera, si el público mexicano quiere consumir producciones con mala trama, bromas y poca calidad en cuanto a narrativa, Netflix ofrece simplemente lo que sus suscriptores solicitan.

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