En el momento más necesario, el gobernador recurre a nuevos generales.
Hoy, Imagen Poblana justo publica un análisis sobre las decisiones drásticas.
Luis Miguel Barbosa es gustoso de la historia romana. Si en un lugar y periodo histórico se tejió lo más profundo de la política, eso ocurrió en el imperio romano.
Y siguiendo el consejo de Tito Livio, tomó una decisión inmediata en un momento crucial: la designación de José Antonio Martínez García como Secretario de Salud y director general de los Servicios de Salud del Estado de Puebla, en sustitución de Jorge Humberto Uribe Téllez.
“Cuando la situación es adversa y la esperanza poca, las determinaciones drásticas son las más seguras”, aconsejaba el historiador romano.
Hoy la situación es adversa por un virus que vino de fuera y la negación de la realidad por parte del Gobierno Federal.
La esperanza es poca para el país, porque es un virus mortal.
Por eso la responsabilidad de los hombres de estado es mayor. Son decisiones que solo pueden tomar los políticos de una pieza.
Los que saben que pueden trascender como estadistas, diría sir Winston Churchil.
El nuevo general del “cónsul” Barbosa tiene estudios en Medicina y especialidades en Cirugía General, Gastrocirugía y Cirugía Laparoscópica básica y avanzada por el Centro Médico Nacional Manuel Ávila Camacho del IMSS.
En otras palabras, trae una amplia experiencia en el sector médico.
Siguiendo nuestra analogía literaria, es un veterano militar que ha peleado Desde Las Galias.
Porque llevar la medicina y el servicio público al mismo tiempo es parte de un entrenamiento arduo.
Es como el experimentado “legatus” probado en mil batallas.
Por ejemplo, fue jefe de Cirugía en el ISSSTEP en 2005, jefe de división de Cirugía del Hospital General de Puebla “Dr. Eduardo Vázquez Navarro” y coordinador del área de cirugía del IMSS.
Siempre la formación en el servicio público es garantía de esfuerzo.
Hoy, el “cónsul” poblano ascendió a un nuevo general en las horas más críticas.
Críticas por la efervescencia de casos.
Y estas condiciones se requieren políticos de altura.
Hombre de estado.
Verdaderos romanos.
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