La Organización para la Cooperación del Desarrollo Económico (OCDE) mejor conocida como el “club de los países ricos” presentó sus proyecciones de crecimiento, tanto de sus países miembros como para otras economías importantes en el mundo. Se confirma que estamos ante la peor crisis económica de la historia del capitalismo, pero también que nuestro país no tendrá una caída tan profunda; mejor aún, su recuperación sería más rápida que muchos países de Europa, ¿por qué? Aquí lo explicamos.
En la gráfica 1 se observan 10 países seleccionados de un total de 55 para los que la OCDE presentó pronósticos de crecimiento al cierre del año, en todos los casos se trata de tasas negativas del Producto Interno Bruto. De todo el conjunto, el país menos afectado será Corea del Sur, (que no está en la gráfica) y que se contraería 1.2%. Le seguiría China que caerá 2.6%, por primera vez desde el triunfo de Mao-Tse-Tung, de hecho, el Comité Central del Partido Comunista se abstuvo de fijar una meta de crecimiento para este año.
Elaborado con datos de OCDE, 2020
Los países más afectados serán los europeos con Reino Unido y Francia a la cabeza, le seguirán España e Italia, los que registraron mayores muertes por la pandemia. Su declive será de dos dígitos. Esta proyección es muy similar a la que hicimos en el Observatorio Internacional de Salarios Dignos en la Universidad La Salle. En promedio la Unión Europea caerá 9.2%. Alemania se presenta como el país más fuerte del grupo con una tasa de -7.5%. Esa misma fortaleza la presenta México.
La caída de México sería apenas dos décimas superior a la de Estados Unidos, pero mucho menor a la de Canadá (-8.4%) y al promedio de la OCDE (-7.7%). Esta tasa sería mucho muy mesurada a diversas proyecciones de bancas privadas, incluso de Banco de México, que pronosticaron contracciones mayores al 8%; podría ser más cercana a la realidad toda vez que recoge los últimos indicadores en materia económica generados en el último trimestre.
Pero no sólo se moderó el pronóstico de caída de la economía mexicana, también mejoraron las expectativas de recuperación. Mientras países como España e Italia auguran que la recuperación podría venir hasta 2022 y las fuentes más pesimistas han previsto una crisis profunda de al menos tres años; México tendría tasas positivas en 2021 que podrían ser de entre el 4 y 5% en previsiones optimistas y de 3% en pesimistas.
Algunas características que la propia OCDE señaló sobre la economía mexicana ha sido la estabilidad macroeconómica: la inflación y el tipo de cambio han mantenido relativa estabilidad. El nivel de precios está dentro del rango objetivo de la política monetaria (3% +/-1%) y la moneda mexicana ha recuperado paulatinamente la paridad previa al confinamiento. El sistema financiero tiene solidez y la autoridad del banco central ha actuado con prudencia en la rebaja de las tasas de interés, por lo que, con un escenario de baja inflación y margen para reducir el costo del dinero, la economía mexicana tiene una carta importante que puede jugar.
También la OCDE mencionó la cordura con la que se ha manejado la política fiscal que le corresponde al presidente de la República; la reducción del nivel de endeudamiento en los primeros meses y los esfuerzos de redirigir el presupuesto mediante políticas de austeridad hoy le permiten al gobierno un margen de maniobra más amplio que el que se tenía a finales del sexenio anterior, por lo que podría echar mano de un mayor endeudamiento o reducir su superávit fiscal. Nuevamente fallaron los agoreros de la tragedia que le han apostado a que todo saldrá mal.
Otros datos que hay que tomar en cuenta y que no menciona la OCDE es el gasto público en inversión. En este sexenio se estaría duplicando el monto que en promedio se ha aplicado en los últimos tres sexenios, esto le da al Estado capacidad para generar un número importante de empleos y direccionar la economía mediante los llamados sectores de arrastre (construcción y turismo). Al respecto hay que decir que, pese al confinamiento, Pemex logró remontar las cifras negativas y aumentó la refinación de petróleo.
Nuestra misma debilidad: la economía informal, en estos momentos puede ser una fortaleza; su capacidad de ser flexible e innovadora (apoyada de una forma correcta) podría hacer que miles de empresas sobrevivan a la crisis y se reactiven más rápido. Muchas de estas empresas funcionan mediante lazos solidarios que hacen que los costos disminuyan.
Por último, hay que decir que el consumo interno es otra oportunidad por explotar; la contención inflacionaria y el aumento histórico de los salarios, hace que hoy tengamos el poder adquisitivo (promedio) más alto de los últimos 30 años, por lo que se debe fomentar el consumo nacional.
Pero, cuidado, la OCDE también hace previsiones ante un escenario adverso en el que un rebrote forzara a un segundo confinamiento. Eso podría ser desastroso para muchos habitantes del planeta. Así que sigamos las recomendaciones de las autoridades sanitarias: higiene, sana distancia y reducción de la movilidad en lo posible. Disciplina y Amor a la Patria, ¡vamos a vencer!
*Profesor-Investigador Facultad de Negocios, Universidad La Salle México
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores
Twitter: @BandalaCarlos