En un intento desesperado por recuperar popularidad, el presidente Andrés Manuel López Obrador creó una nueva cortina de humo en la figura de un grupo de oposición a su gobierno. Sin embargo, está acción se convirtió en un boomerang contra su administración, debido a que fue revelado el autor y el origen de la estrategia.
De acuerdo con las últimas encuestas que han sido publicadas por medios de comunicación nacionales, el presidente necesita urgentemente de distractores que lo alejen de la crisis de popularidad que le causó la pandemia de covid-19.
El último intento de distraer el debate público fue la publicación de una supuesta agrupación en la que se organizan distintos líderes de opinión, empresarios, periodistas, políticos, intelectuales, entre otros, para atacar su gobierno.
Sin embargo, la divulgación en redes sociales del autor intelectual del documento de marras se convirtió en el ejemplo perfecto de un efecto boomerang: los simpatizantes de Morena en las redes sociales tuvieron que salir a desmentir la autoría de la publicación.
Diversos analistas han coincidido en un mismo punto: López Obrador requiere distraer la atención de la opinión pública con la intención de recuperar los puntos que ha perdido desde que tomó protesta como presidente. Las estimaciones menos beneficiosas para el mandatario calculan una pérdida de hasta de 20 % en sus preferencias.
El planteamiento que tiene el presidente es el de consolidar su proyecto denominado la Cuarta Transformación. Para lograrlo, requiere obtener la mayoría de diputaciones locales y federales, además de gobiernos municipales en todo el país en las elecciones del próximo año.
Los actuales alcaldes, legisladores y gobernadores que ganaron en la elección de 2018 por las siglas de Morena recibieron el beneficio del voto en cascada que promovió el presidente. Pero en esta ocasión el mandatario no aparecerá en la boleta, aunque fue la intención.
A principios de este año surgió la especie de que López Obrador haría nuevamente cambios a la Constitución Política para establecer el plebiscito de su gobierno en 2021. No pudo imponer el cambio y hoy está en 2022 dicho procedimiento.
La opinión pública se opuso de inmediato a esa posibilidad y López Obrador tuvo que posponer su idea de empatar el plebiscito con los comicios del próximo año. Así, los aspirantes a cargos de elección popular en 2021 no contarán con el respaldo de la figura del mandatario federal.
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Peor aún, la caída de popularidad del presidente López Obrador coincide con la necesidad de los gobiernos locales de Morena de reflectores y crecimiento de sus preferencias electorales. Solo por poner un ejemplo, en Puebla capital las encuestas marcan una tendencia favorable a Acción Nacional; sin embargo, no todo está dicho porque todavía hay gente que apoya al presidente en el estado y en la capital
Este contexto es el que está obligando a Andrés Manuel a tomar decisiones aceleradas que antes no hubiera tomado. Por ejemplo, en medio de la crisis sanitaria y en el pico más alto de los contagios no solo retomó sus giras presidenciales, sino que empujó a que la industria comenzará a movilizarse con la intención de no reducir los ingresos del gobierno federal en cuanto a participaciones procedentes de los impuestos.
Estas decisiones le causaron una nueva oleada de críticas. Como éstas provienen del segmento de la oposición que aglutina a políticos, empresarios y otro grupo de intelectuales, López Obrador determinó con su equipo de comunicación -como ha trascendido en diversos medios de comunicación- crear esta estrategia de un supuesto ataque operado por el Bloque Opositor Amplio (BOA).
Pero de la misma forma que las giras y la reactivación económica se le volvió en su contra, este documento tenía un sello digital que permitió rastrear perfectamente al autor: un trabajador de comunicación social de la Secretaría de Gobernación Federal. Es decir, se comprobó el montaje que el propio presidente pretendía aprovechar para informar en la conferencia “mañanera”.
Andrés Manuel López Obrador está necesitado de elementos que vuelvan a lanzar su popularidad por las nubes. Imagen Poblana publicó esta semana un análisis respecto a la polarización que está generando el mandatario con la intención de recuperar parte de su discurso y popularidad.
La consolidación de su proyecto político, que sigue los lineamientos del Foro de Sao Paulo, depende necesariamente de la victoria en las urnas el próximo 6 de junio de 2021. Todo el esfuerzo de Andrés Manuel López Obrador está concentrado en esa fecha, desde los apoyos económicos obtenidos a través del recorte presupuestal hecho a actividades esenciales del gobierno federal, hasta las burdas estrategias de recuperación de popularidad que hoy se le están devolviendo en medio de la incredulidad de los mexicanos.
