Vamos para atrás: carbón y combustóleo, en lugar de viento y sol

Vamos para atrás: carbón y combustóleo, en lugar de viento y sol

Ya cualquiera emite acuerdos copeteados. Pero al publicar en la gaceta oficial de la Federación ese que limita la participación de la energía eléctrica producida por centrales renovables, solar, fotovoltaica y eólica, la comandanta Rocío Nahle --en funciones de vicepresidenta-- sembró la dinamita necesaria para sepultar en demandas internacionales y cobros millonarios en dólares a la débil economía nacional.

 

De un plumazo, con un acuerdazo de viernes en la tarde, la entrona Nahle desmantela la libre competencia en el sector eléctrico, estatiza las decisiones y las iniciativas empresariales, tortura las inversiones en energías limpias, expone al ridículo productivo a Pemex, y nos obliga al grotesco de perder más dinero escaso ante las cortes y arbitrajes internacionales.

 

Triunfa la corte de los lambiscones, pierde México, se enardecen los inversionistas europeos colgados de la brocha, sin más salida que obtener la razón en los tribunales extranjeros, de obtener indemnizaciones multimillonarias, a cargo de nuestros sufridos impuestos.‎ Se repiten las historias del Aeropuerto de Texcoco, la cervecera Constellation Brands, y todo lo que se pueda para seguir configurando un país de indigentes.

 

Afectados, 18 proyectos por seis mil millones de dólares

 

César Hernández Ochoa, el titular de la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria, designado por la secretaria de Economía, Graciela Márquez, esposa de Gerardo Esquivel, renuncia por dignidad al ver publicado el acuerdito en la gaceta --no Diario Oficial--, pero renuncia por la vía del Twitter, como lo hizo Carlos Urzúa, porque si se esperan a la respuesta el Caudillo éste puede ordenar que se queden un largo rato amargo a sufrir las consecuencias de su desacato lineal.

 

‎La comandanta, en su bahía del cochino, afecta de un plumazo 18 proyectos por seis mil millones de dólares, protestan los supuestos amigos embajadores de Estados Unidos y del Canadá, y hasta la Comunidad Europea, se muestran indignados por el golpe bajo a las empresas de energía renovable.

 

No contenta con haber sido expulsada del mercado petrolero por Aramco, ahora va a meter a México en un problema con un panel internacional que seguramente le traerá nuevos problemas al país, como si estuviéramos en Jauja. ‎Todo por favorecer al combustóleo, prohibido ya hasta en buque tanques, y empeñados en comprarle carbón a los morenistas coahuilenses.

 

Destroza la naciente industria de las energías renovables

 

No contenta con haber impuesto en Veracruz al ahijado Cuitláhuac como gobernador, de causarle al Estado insignia de la política un desaguisado mayúsculo, de pegarle en su dignidad y en toda su economía, de pretender reformar la Constitución local para erigirse como mandataria zacatecana en gallinero ajeno...

 

... de haber desfondado a base de adjudicaciones directas y altamente remuneradoras el proyecto de la Refinería Dos Bocas, de ponerse a la cabeza de la mafia gubernamental de empresas hechizas y de cochinitos ganadores en licitaciones desconocidas, ahora la comandanta Nahle, junto con su pareja en Cenegas, Elvira Daniel, destroza la naciente industria de las energías renovables... desde la insidia de un acuerdazo copeteado.

 

Pemex, y los sueños nacionalistas sin sentido del Caudillo

 

La comandanta de una corte de lambiscones venidos a más destruye la esperanza de encadenarse a un mundo futuro, cierra toda posibilidad de iniciar un proceso limpio de energías que pudieran ser la salvación del país, ante el fracaso de su juguete preferido, Pemex, y los sueños nacionalistas sin sentido del Caudillo.

 

A la mediocridad se suma la ortodoxia infame, la inconsciencia absoluta, la nula visión del Estado y del país. Mientras, el rey de chocolate con nariz de cacahuate sigue dictando fórmulas para medir nuestra felicidad y abundancia.

 

Este es un huachicoleo de altos vuelos. Se confirma que el problema es que México está en manos de los grupos de la delincuencia organizada. Las cadenas de mando civil están rotas. Las instituciones, desfondadas. No sólo se trata de sacrificar el mal menor, los pudores de derechos individuales, de garantías constitucionales, para que se salve el bien mayor, la soberanía y la independencia, el bien supremo de la Nación. Se trata de arrasarlo todo.

 

Que el Caudillo no se ponga sacos que no le quedan

 

Están ya rotas las cadenas productivas, las líneas de mando, las de distribución y aprovisionamiento, las de comunicación, las de jerarquías, las de medición estadística, las de control y las de procuración e impartición de la justicia.

 

Es el caos productivo, comercializador, organizativo y de convivencia. El Estado perfecto del malestar, el ideal para incubar el huevo de la serpiente y los de pandilleros, fósiles y resentidos sociales, enemigos públicos del progreso y del éxito, adoradores en privado de personalidades impresentables, limítrofes al escándalo.

 

Es la visión de los descastados, llevada al delirio, para mandar en un mundo agachado. Los símiles no son Allende, el Che Guevara o Mujica, el símil apropiado es Maduro y su inconsciencia homicida, Evo Morales y su fracaso electoral, Manuel Noriega y su complicidad con el narcotráfico panameño. Que el Caudillo no se ponga sacos que no le quedan.

 

AMLO persiste en no dejar piedra sobre piedra en el país

 

Con razón suspendieron las investigaciones de la masacre de Ayotzinapa; con razón ya no hay decomisos de droga, no se atrapan capos. Sólo paga el pato el Jefe Zeta May, rival del cartel de Sinaloa, recluido para su desgracia en Jalisco, en un penal donde dice el boletín que murió de males respiratorios.‎ Vendettas en vez de justicia ciudadana.

 

‎Con el mismo argumento se llega a niveles metódicos de destrucción, alentados los virreyitos por las obsesiones compulsivas de alguien que no tiene límites para ignorar, que no conoce ningún instrumento de buen gobierno, que no tiene idea de lo que hace, menos de lo que ordena.

 

De alguien mareado por las lisonjas de los que le rodean, por el fanatismo inconsciente de sus tribus falangistas, opuestas a toda racionalidad. Falangistas de barrio, resentidos, carne de cañón propicia para levantar ídolos con pies de barro, caudillos sin tropa ni batalla, ilusos envalentonados por la maleta de dinero en mano.

 

De alguien que, poseído por sus extravíos, vive en un planeta desconocido, donde él es el héroe y el profeta, el redentor, la víctima y la resurrección de lo espurio y deletéreo. ‎De alguien trastornado por sus fantasmas infantiles, por sus fracasos adolescentes, por su sevicia adulta, que persiste en no dejar piedra sobre piedra en un país que seguro lo atormenta.

 

Aprovechan la cuarentena y el anillo al dedo del Paladín

 

En la práctica, el Caudillo de Tepetitán ha sido rebasado por dirigentes de perfil reservado, como el argentino Alberto Fernández, el chileno Pineda, el uruguayo La Calle, el peruano, el colombiano, el ecuatoriano y casi todos los presidentes el área latinoamericana que frente a él lucen como gigantes.

 

Ya sólo falta que el imperio, ofendido y asustado en todas las líneas demócratas y hasta republicanas, con la fabricación de un país de miserables que puede reventar las fronteras del bracerismo desbocado, venga por nuestro Manuel Noriega y ponga fin a este zafarrancho enardecido.

 

Sigue aprovechándose la inmovilización de la pandemia, el anillo al dedo del Paladín para pegar en la línea de flotación de todas las libertades, derechos, esperanzas de un país que piensan, están convencidos, que no los merece.

 

Y regalan contratos millonarios a Hank, Slim (Carlos Salinas)…

 

Ellos aspiran a gobernar en el paraíso de los chairos, en el páramo de la indecencia. A base de urnas robadas, de vigilantes controlados por el nuevo Savonarola --John Ackerman--, de machitas empeñadas en suceder al extraviado de Palacio, comprobándole que son las que mejor interpretan sus desvaríos. Por lo pronto, a pagar las indemnizaciones a quienes creyeron que éramos serios y cumplidores.

 

Es muy doloroso para la izquierda mexicana saber que los saboteadores de la excelencia y el progreso militarizan el país, empoderan a sectas evangélicas no representativas, regalan contratos millonarios a Hank, Slim (Carlos Salinas) y juniors de poca estofa.

 

¿No cree usted?