El proyecto de construcción del Tren Maya, así como el impacto económico que tendrá en el sureste de México, permitirán que 1’100,000 mil habitantes de esa región abandonen la pobreza, afirmó ONU-Hábitat, agencia de las Naciones Unidas que supervisa la obra de infraestructura impulsada por el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Con base en una evaluación de 30 indicadores espaciales, socioeconómicos y medioambientales de 268 municipios de los estados de Campeche, Chiapas, Tabasco, Yucatán y Quintana Roo, el organismo internacional estimó que el Tren Maya creará aproximadamente un millón de nuevos empleos.
El informe de ONU-Hábitat también destaca que, para 2030, el número de personas en situación de pobreza en el sureste descenderá 15% por el funcionamiento del Tren Maya. Para entonces, estima que la población en esa zona de México llegará a 17.3 millones, de las cuales 6.1 millones se encontrarán en situación de pobreza, pero ascendería a 7.2 millones sin el Tren Maya.
El estudio de ONU-Hábitat consideró que, gracias al tren, en los próximos 10 años se crearán 715,000 nuevos empleos en los 16 municipios que tendrán alguna de las estaciones de este transporte, 150,000 empleos en la economía rural asociada al Tren Maya, así como 80,000 puestos de trabajo durante la construcción de los primeros tramos de su ruta en 2020.
Sobre la población originaria, ONU-Hábitat anticipó que "la llegada del Tren Maya favorecerá su empleo en trabajos directa e indirectamente asociados al ferrocarril. En total, se registrará un incremento del 38% con respecto a la población originaria ocupada en 2015".
Diversos sectores han criticado que el paso del tren impactaría en el ecosistema de zonas como Calakmul, la reserva de Sian Ka’an y la laguna de Bacalar, las cuales cuentan con gran riqueza ambiental.
Asimismo, comunidades indígenas de Calakmul y Xpujil han acusado que la consulta realizada por el Gobierno tuvo errores y omisiones importantes. Estos comentarios se inspiraron en un informe publicado por la ONU en diciembre de 2019, donde se afirmó que el ejercicio realizado con esas poblaciones no cumplió "con todos los estándares internacionales de derechos humanos en la materia".
Por su parte, el presidente López Obrador promovió el proyecto del Tren desde su campaña presidencial en 2018, al cual ha considerado como una forma para incentivar las actividades económicas en algunas de las comunidades más pobres de México.
En marzo, el Gobierno decidió incluir a las labores de construcción del Tren Maya como parte de las actividades esenciales del país. Esta acción le valió críticas de la oposición, así como la petición de amparos ante tribunales con la intención de frenar la construcción de este transporte durante la emergencia sanitaria.
El 25 de mayo, el Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Vigésimo Circuito revocó una orden para frenar las obras del Tren Maya tramitada por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur). Esta demanda fue interpuesta por habitantes del pueblo Ch’ol, quienes pidieron la detención de los trabajos que se llevan a cabo en los municipios de Palenque, Salto de Agua y Ocosingo, en el estado de Chiapas.