De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, durante abril de 2020 los homicidios dolosos disminuyeron 1.66% respecto de marzo, aunque aumentaron 2% en comparación con diciembre de 2018, con lo que se consolida la tendencia a la contención muy clara y una relativa disminución, lo que es importante después del desastre durante la docena trágica de Vicente Fox y Felipe Calderón, del Partido Acción Nacional, y el priista Enrique Peña Nieto, orquestador de lo más corrupto del octogenario PRI.
Son más categóricos los resultados en el grave problema de feminicidio, renglón en el que se produjo una disminución de 10.5%, al pasar de 78 en marzo a 70 en abril, pero a varios grupos feministas pareciera tenerles sin cuidado porque ni los refutan ni los reconocen, eso sí establecieron una prohibición al presidente de México al exigirle “dejar de hacer declaraciones masivas que confunden, malinterpretan, desvalorizan el trabajo de años por la igualdad; ello, además evidencia su desconocimiento que extiende a quienes lo escuchan. Favorece la impunidad y es cómplice de los victimarios.”
Por si no fuera suficiente la cátedra de autoritarismo, demandan “a la prensa que ya no le pregunte sobre ello, que no le dé el chance de decir lo que dice”. También exigen a los colegas “Romper el pacto patriarcal entre los medios de comunicación y el presidente”. ¡Sopas!
Es evidente que una parte de las colegas que acuden a las mañaneras son partidarias de los feminismos existentes, pero con escasos vínculos con sectores populares. Cierto es que sería pertinente que López Obrador hiciera un esfuerzo de mayor concisión en la temática feminista, sin pretender imponerle que se autodefina como tal porque, según Sabina Berman, no lo es ni es posible que lo sea, aunque en sus programas sociales las mujeres ocupan un lugar preponderante, sin importarle a que ismo estén adscritas.
Otros renglones en los que existen avances en el informe que rindió Alfonso Durazo y que enriquecieron los titulares de la Defensa, Marina y la Guardia Nacional, en la mañanera del 20, son: una baja en el robo de combustibles que permitió un ahorro de 84 mil 339 millones de pesos, del 21 de diciembre de 2018 al 2 de mayo pasado, cuando se robaban 80 mil barriles diarios y ahora sólo 5 mil.
Los secuestros bajaron durante abril en -14.13%, las extorsiones -22.95%, la incidencia delictiva del fuero federal -33.43% y el robo en general -44.6%. Y todo ello en pleno confinamiento por la emergencia sanitaria y con una disminución de la participación castrense en tareas de seguridad pública. El número de personal de apoyo de las fuerzas armadas en la GN se redujo, pues de los 15 mil elementos del Ejército con que iniciaron, pasaron a mil 920, y de 615 de la Secretaría de Marina, a 225. Mas el discurso en automático de la denuncia de la militarización de la seguridad pública aún es redituable para analistas y medios de comunicación –que actúan como parte de los poderes fácticos– y que, según Denise Maerker, se ven muy presionados a cubrir las funciones y tareas que corresponden a los desdibujados partidos de una oposición sin imaginación ni propuestas alternativas.
Por lo visto también el feminismo antigobiernista que infantilmente busca amarrar navajas entre la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero y el presidente Andrés Manuel, se resiste a leer definiciones claras y puntuales como que los homicidios son la “única preocupación y ocupación”, porque en todo lo demás “hemos avanzado… Por convicción estoy a favor de las luchas de las mujeres y no podemos permitir crímenes de odio”. Al parecer algunas feministas no buscan practicar la indispensable interlocución que el país necesita.