La decisión definitiva de lo que pasará con el Clausura 2020 de la Liga MX puede estar cerca y esta misma semana habría noticias nuevas sobre si se reanudaría o quedaría cancelado, luego de haber sido frenado en la jornada 10, teniendo al Cruz Azul como puntero del certamen y al actual campeón, Monterrey, como sotanero con solo 5 puntos.
Este miércoles 20 de mayo se reunirá la Asamblea General de la Primera División en las instalaciones de la Femexfut en Toluca, para determinar el futuro del certamen. Entre los dueños de los equipos hay ideas diferentes con posibles panoramas para dar solución a esto, entre los que se destaca el que no haya un campeón y terminar tal y como está el torneo, en otras palabras, anularlo en su totalidad.
La asamblea podría tener esa opción como la más viable luego de que aún no haya la certeza de que sea seguro para los equipos el poder regresar a jugar, como ya lo ha hecho la Bundesliga este fin de semana.
De darse la cancelación del torneo y no haber un campeón, a la siguiente edición de la Concacaf Liga de Campeones asistirán los Rayados de Monterrey, América, Cruz Azul y el León, estos últimos dos fueron los elegidos por terminar primero y segundo de la actual campaña, simulando los puestos de campeón y subcampeón.
Por su parte, las empresas que televisan a los equipos llegarían a un acuerdo para pagar el resto del dinero de los derechos de transmisión a los clubes, aunque ya no regresen a jugar en este torneo. Posteriormente, se sentarán para renegociar transmisiones futuras.
Esta opción resulta tentadora para todos, ya que a las instituciones deportivas no les caería mal una buena cantidad de dinero para dar solución a sus problemas económicos por culpa de la pandemia.
Sin embargo, el dar por terminado el torneo de manera anticipada también significaría pérdidas millonarias para la industria del futbol, calculadas, según el periodista David Medrano, en 2,000 millones de pesos.
Por ende, la otra posibilidad de la reanudación se llevaría de la mano con las designaciones de las autoridades sanitarias federales, pero también de los gobiernos estatales de cada sede de los equipos, para que puedan jugarse los partidos con todas las medidas de sanidad, incluyendo sin público en las gradas de los estadios.
