Más de dos meses después de que la pelota se parara en el mundo a causa de la pandemia de coronavirus, este sábado regresó el futbol con la reanudación de la Bundesliga alemana, que mostró lo que será la nueva realidad del balompié profesional.
Sí, fue triste y desangelado el regreso, pero lo importante es que tenemos salud y futbol, por lo que fueron poco trascendentes las medidas adoptadas por la Federación Alemana para evitar algún riesgo de contagio entre los jugadores de la liga germana.
Fue el Signal Iduna Park donde volvió a rodar la "número 5" con el duelo entre el Borussia Dortmund y el Schalke 04, el "Derby del Ruhr" atrapó la mirada de miles de aficionados en el mundo, algunos deseosos de ver nuevamente futbol y otros por mero morbo.
La nueva realidad del futbol profesional tras el COVID-19 se presentó sin público en las gradas, sin mosaicos y sin esa pasión desbordante en los estadios, todo aderezado por salidas por separado de los equipos, sin foto oficial, sin protocolo previo y en espera de que el silbante saliera al campo con una pelota totalmente sanitizada.
Jugadores suplentes separados por metro y medio y con cubrebocas, así como un inicio titubeante por miedo al contacto físico se llevaron los primeros cuadros de los pocos fotógrafos en la cancha. Poco a poco, los equipos se fueron soltando y las pinceladas de buen futbol se comenzaron a ver en el Signal Iduna Park.
Media hora después llegó el primer gol del Borussia, segundos antes del fin de la primera mitad el segundo. No hubo abrazos ni euforia, no hubo gritos en la tribuna ni banderas ondeando, solo un choque de puños y adiós, dejando ver la nueva realidad del futbol que dejó el coronavirus.