Aunque la pandemia de COVID-19 persiste, las acciones de promoción electoral se han contenido, pero no están paradas.
En tierra, los aspirantes de Morena han comenzado con la operación en distintos distritos locales y federales.
Desde el reparto de despensas hasta detalles en el Día de las Madres, todos los aspirantes han ejecutado alguna acción de promoción.
Las recientes encuestas publicadas en distintos diarios advierten un empate técnico entre Morena y el PAN, unas, y una superioridad de la marca marrón, otras.
Más todas coinciden en un hecho: son rivales más sólidos al partido en el poder, Eduardo Rivera seguido de Antonio Gali.
Sin embargo, considerando la operación de tierra que Morena está estableciendo para detectar líderes, todo parece indicar que el partido en el poder se irá por una estrategia de tierra mayoritariamente.
El PAN, por otro lado, le está apostando a la persuasión a través de campañas de comunicación que atacan o la figura del presidente, o del gobernador o de la alcaldesa de Puebla
Pero el mensaje no luce estructurado. No hay una narrativa idéntica o un fraseo trabajado.
Eduardo Rivera es el aspirante mejor posicionado del PAN, pero por el otro lado su más probable rival, Gabriel Biestro, es el alfil del gobernador y cuenta con una simpatía grande entre las bases de Morena.
Así, la elección de 2021 en Puebla capital se determinará por el índice de participación.
Si esta participación equivale a un voto de rechazo, motivado por la estrategia de comunicación de contraste que establezca el PAN, es posible que el albiazul retome el control de la ciudad de Puebla.
Pero si la participación ciudadana es empujada desde la movilización territorial y a través de una estructura correctamente funcional, creo que el PAN se quedará en el umbral de la recuperación de Puebla.
Y acá solo hay que añadir un dato: Alejandro Armenta está operando con algunos liderazgos de Morena.
No le interesa la alcaldía, me revelan fuentes en el Senado, sino colaborar con el candidato a alcalde y ser factor de influencia en las elecciones de Morena.
Más aún, Armenta Mier puede ser factor de unidad entre el gobernador y la alcaldesa debido a que el Senador apadrina, de lleno, a al menos dos perfiles que aspiran a diputaciones locales.
Solo para la elección del próximo año, las banderas de guerra cambiarían a color blanco de manera temporal para que el Gobierno Estatal y el Municipal juntos logren el mantenimiento de Morena.
Por eso, el poderoso senador está apoyando a algunos aspirantes a diputados locales en Puebla capital. Si a ello se le suma el respaldo que tiene Gabriel Biestro en el estado, es probable que se dé la continuidad de Morena.
El PAN necesita una abrumadora campaña de persuasión y convencimiento para lograr la victoria el próximo año. Ese es su reto: ser los mejores comunicando. Si hay errores, pasará el fenómeno Toño Sánchez Díaz de Rivera otra vez.