Después de la Guerra Anglo-Hispana y en una Europa llena de miseria y esclavitud, los Piratas pulularon bajo las órdenes de un rey o reina que buscaban perjudicar el comercio de sus rivales en las rutas surgidas tras el descubrimiento de América.
La cultura popular ha dado a los piratas un estatus de aventura, rebeldía y libertad. Y en buena medida hay razón detrás de este concepto de libertad, más aún de democracia.
Muchos especialistas en historia o política coinciden en señalar que una de las primeras organizaciones democráticas fue justamente la de los piratas.