La llegada del coronavirus puso en evidencia la deficiencia del sistema de salud en México, tanto que la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) indicó que nuestro país ocupa el último lugar en pruebas de COVID-19 a los ciudadanos.
A través de un documento, la OCDE mencionó que las autoridades mexicanas están llevando a cabo pruebas a 0.2 personas por cada 1,000 habitantes, lo que pone en riesgo la salud de los ciudadanos, debido a que no están contemplando a toda la gama de probables enfermos con coronavirus.
En los diez primeros lugares están: Islandia, Luxemburgo, Estonia, Noruega, Suiza, Israel, Irlanda, Italia, Austria y Eslovenia.
#TestingForCovid19 has varied widely across countries ⤵️
— OECD ➡️ Better policies for better lives (@OECD) April 20, 2020
To reduce the risk of new outbreaks, countries will need to greatly increase their testing capacity https://t.co/Lv9ithaFOL #coronavirus pic.twitter.com/xCIetO7w9G
Asimismo, la organización mencionó que es necesario que todos los países “aumenten considerablemente su capacidad de prueba”; de lo contrario, la tasa de infección de COVID-19 aumentará rápidamente.
De hecho, la OCDE pide a los gobiernos no retirar las medidas restrictivas hasta que haya una vacuna o se desarrolle un tratamiento efectivo contra esta nueva enfermedad.
Al momento, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador apuntó recientemente que el país está listo para enfrentar la Fase 3 del coronavirus, mientras que la OCDE recomendó que haya una identificación de las personas que no han sido susceptibles al virus para que regresen a sus actividades de manera paulatina.