La violencia criminal no cesa en plena pandemia de COVID-19 en México y Centroamérica, denunció el miércoles el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para México y América Central, en su informe de 2020.
"Las comunidades afectadas por la violencia y la marginación son quienes sufren más por los efectos de la pandemia a largo plazo, por lo que se necesitan acciones coordinadas para protegerlos", indicó Jordi Raich, jefe regional del CICR, organismo que interviene en situaciones de crisis con sede en Ginebra, Suiza.
El informe presenta las principales preocupaciones humanitarias para la región: "la violencia, la migración, el desplazamiento interno, la desaparición de personas, así como la situación de personas privadas de libertad".
Esas situaciones "pueden agravarse en medio de la crisis mundial desatada por la pandemia del coronavirus 2019 (COVID-19)", alerta el organismo internacional.
La pandemia por el contagio del virus SARS CoV-2 impone un reto para todos los país, pero "las consecuencias humanitarias ligadas a la violencia que viven muchas personas en México y América Central no cesaron, sino que, por el contrario, se recrudecen en el contexto actual", indica un posicionamiento escrito de Raich.
En la emergencia global "la labor humanitaria neutral e independiente capaz de contribuir a mitigar el sufrimiento, en especial de los más vulnerables, se hace hoy más indispensable que nunca", señala la presentación del alto funcionario del CICR.
El Informe de actividades 2020 resume la labor que Comité impulsa en la región junto con las "Sociedades Nacionales de la Cruz Roja", autoridades nacionales y organizaciones de la sociedad civil.