Innokenti Samokhvalov, jugador ruso de 22 años, murió a causa de una insuficiencia cardiaca mientras entrenaba en su casa, como lo hacen prácticamente todos los futbolistas del mundo ante la cuarentena por el coronavirus.
El Lokomotiv de Moscú fue el encargado de dar a conocer la noticia a través de su cuenta de Twitter, en la que lamentaba lo sucedido con el deportista, quien era casado y padre de un niño.
"Estamos muy tristes de anunciar el fallecimiento del defensor Innokentiy Samokhvalov. Tenía esposa y un hijo. Kesha era amable, predispuesto y un gran amigo. Estamos en shock por lo que sucedió y ofrecemos nuestras más sinceras condolencias a su familia y amigos", refirió el comunicado.
Samokhvalov pertenecía al Lokomotiv, pero estaba a préstamo con el Kazanka, de la segunda división rusa, por lo que llevaba a cabo su ejercitación en su hogar, por medio de videollamada con el cuerpo médico y técnico del club.
Debido a sus cualidades y la proyección que el club moscovita le buscaba dar, el defensor prácticamente era uno de los referentes del Kazanka, siendo titular con muchos minutos en la temporada que fue suspendida a mediados de marzo por la contingencia sanitaria.
Sin embargo, el estratega del Kazanka, Andréi Talaláev, fue contundente en sus declaraciones a un medio local, asegurando que el Lokomotiv y el propio futbolista sabían de sus problemas cardiacos.
"Una pena por el chico, es una tragedia. En el Lokomotiv sabían de sus problemas con el corazón. A algunas concentraciones no iba. Él mismo es culpable. Escribió una nota en la que decía que entrenaría asumiendo todos los riesgos y consecuencias", refirió.