
La Ciudad de Puebla ha sido castigada por la naturaleza en diversas ocasiones. Desde pandemias hasta desastres provocados por sismos se han presentado en la Angelópolis, que ha demostrado resistencia a este tipo de golpes.
Basta recordar lo sucedido en abril de 2009, cuando un brote de influenza H1N1 paralizó por completo las actividades de la Ciudad de Puebla, debido a la alerta de contagios de esta nueva cepa, que dejó decenas de muertes.