A partir de la violencia injustificada que sufre el personal de salud por estar en contacto con los casos de SARS-CoV-2, y como consecuencia de temores exacerbados por la pandemia de COVID-19, las denuncias relacionadas con agresiones y discriminación recibidas por las autoridades competentes y órganos como el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) han aumentado de manera considerable.
Las agresiones registradas en México han ocurrido principalmente en clínicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), y la mayor incidencia se encuentra en la zona metropolitana; como ocurrió en el Hospital General 48 de San Pedro Xalpa, en la Ciudad de México, donde familiares de una víctima de COVID-19 agredieron al personal de salud.
No obstante, estos incidentes no son exclusivos del territorio mexicano. El Centro Médico OU Medicine, con sede en la ciudad de Oklahoma, Estados Unidos, reportó que una de sus enfermeras fue víctima de violencia en las inmediaciones de su domicilio; asimismo, indicaron que el perpetrador declaró haber actuado en consecuencia de un temor en su comunidad, donde las personas consideran al personal de salud como un factor de contagio.
Como respuesta ante el incidente, OU Medicine emitió un comunicado que condenó estos actos, exhortó a la comunidad para mantener la calma ante el panorama de la pandemia y los tiempos de estrés; además resaltó el rigor del protocolo de limpieza y seguridad que sigue todo el personal de salud, con objeto de garantizar el bienestar y mitigar los contagios comunitarios.
Por otro lado, de acuerdo con el periodista Anurag Dwary, el personal de salud en India se encuentra bajo ataques y discriminación constantes por parte de la población, incluso en sus propias comunidades y cerca de las zonas aledañas a los hospitales. Un incidente que involucró a varias enfermeras y doctoras agredidas con rocas en Ranipura, dejó un saldo de varias lesionadas y 7 personas detenidas; sin embargo, se resaltó la presencia de un sector mayoritariamente musulmán, cuya oposición se ha pronunciado en contra de las autoridades locales.
Actualmente no existe una iniciativa que documente los actos de violencia contra el personal de salud, sobretodo ataques y discriminación; ante este hecho, resulta fundamental la intervención de organismos e instituciones con objeto de buscar la prevención, concientización, y sanción por parte de las autoridades correspondientes.
En el caso de México, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, condenó las acciones de agresión y discriminación ejercidas en la violencia que reciben los trabajadores de la salud, las clasificó como situaciones insólitas e indignantes, derivadas de intolerancia, temores y un enojo irracional dirigido hacia las personas cuya tarea consiste en salvaguardar la salud y procurar a los enfermos. Mencionó la importancia de reconocer al personal de salud como participantes indispensables para responder a la pandemia de COVID-19.