El director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo, es autor de uno de los crímenes de la pandemia.
Mientras el personal médico, administrativo y de apoyo de esta institución trata de mantenerse en la primera línea de defensa, las autoridades federales les han abandonado.
Y más. Robledo y compañía defienden su trabajo como si la institución jamás hubiera estado en mejores manos.
Pero Eugenio Derbez, el comediante, los exhibió.
También los exhibió el PAN, con la compra inflada de ventiladores.
Pronto, Imagen Poblana también informará de la corrupción la adquisición de insumos.
Robledo asegura que el IMSS no está rebasado, pero este martes por la tarde los médicos y enfermeras del IMSS San José reclamaron la indolencia.
Nuestros héroes carecen de apoyos. No hay insumos, pero sí hay casos ocultados.
La terrible situación que se vive en Tijuana comienza a visualizarse en Puebla. La alteración de expedientes comienza a ser la estrategia para ocultar contagios y hasta fallecimientos.
Los crímenes de Zoé Robledo son contra la humanidad. Personal médico en riesgo de contagio y mexicanos engañados por el Seguro Social.
La gente está muriendo. Como ocurrió en Atlixco.
En el IMSS Metepec, fue muy triste la partida de Sandra.
No la esperaban ni los familiares ni los amigos. Internada un miércoles, tarde fue cuando sus cercanos supieron de su fallecimiento e incineración.
El “crimen” de Sandra en Metepec fue hacer su trabajo, recoger la ropa de los pacientes del Seguro.
Y así se contagió.
Y murió.
Y dejó a su familia desamparada.
Los crímenes de Zoé Robledo hacen llorar de rabia.
Y de impotencia.