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Una imagen dice más que mil palabras. Esta máxima fue representativa en la vida de Lola Álvarez Bravo, la pionera de la fotografía en México, que durante una época en la que el machismo era mayor en el país, se colocó como la primera fotógrafa de nuestra nación.
Nacida un 3 de abril de 1903, Lola Álvarez Bravo fue una adelantada a su época con fotografías que transmitían un sinfín de emociones, trabajos que fueron reconocidos por muchas personalidades en los años 30 y 40.
La originaria de Lagos de Moreno, Jalisco, desde muy joven llegó a la Ciudad de México para tomar una carrera que parecía exclusiva de hombres, siendo también la primera mujer en participar en una exposición fotográfica.
Su talento fue valorado por grandes artistas como la misma Frida Kahlo, quien pidió ser retratada por Lola Álvarez Bravo, dejando imágenes que mostraban a la pintora en una faceta mucho más humana.
Gran parte de su trabajo fue ocupado para documentales, dejando un legado importante de la vida cotidiana del México postrevolucionario, escenas que en estos momentos ya nos parecen muy lejanas.
Así fue la vida de Lola Álvarez Bravo, una adelantada a su época que incluso fue recordada por Google a través de un Doodle, mostrando la importancia de esta mujer mexicana en el mundo de la fotografía.
