Miles de migrantes permanecen detenidos en el Instituto Nacional de Migración (INM) y quienes recorren la frontera sur de México están imposibilitados para retornar a sus países de origen, o continuar su viaje rumbo a Estados Unidos.
Ante la contingencia por el COVID-19 las fronteras están cerradas casi en su totalidad. El gobierno de Guatemala bloqueó la suya y pidió a México cancelar las repatriaciones de sus connacionales, así como el paso de migrantes de países como El Salvador, Honduras y Nicaragua.