Con resultados del indicador IMEF para marzo 2020, se anticipa una recesión en la economía de México inducida, principalmente por una severa contracción del sector no manufacturero -comercio y servicios-, mayormente asociadas a las medidas que ha implementado el gobierno federal para hacer frente a la rápida propagación del coronavirus.
Pandemia por COVID-19 ha tenido un riguroso efecto en los mercados financieros y en la actividad económica global y esto ha repercutido en la economía mexicana a través de distintos canales. Como se puede ver, en el indicador IMEF sobre manufacturas descendió en marzo 2020 3.0 puntos (pts.) para ubicarse en 45.0 unidades, permaneciendo en zona de contracción -por debajo de 50 pts. por onceavo mes consecutivo-. Si bien el sector manufacturero también mostró una caída durante marzo, esta fue mucho menor a la registrada en el indicador no manufacturero.
La abultada caída en el indicador IMEF no manufacturero con disminución de 9.2 pts. para colocarse en 39.4 unidades y ubicarse de igual manera en zona de contracción significa una caída mucho más significativa. Tres de los cuatro componentes del Indicador No Manufacturero mostraron caídas en marzo, dos de ellos de forma extrema. Por una parte, el subíndice nuevos pedidos disminuyó 18.1 puntos, la mayor contracción mensual de su historia, para cerrar en 30.4 unidades, su nivel mínimo histórico. Por otra, el subíndice Producción cayó 17.5 puntos, la mayor contracción mensual registrada.
Ambos indicadores anticipan una caída en la trayectoria del crecimiento económico, puesto que dichos indicadores son indicadores económicos adelantados, que anticipan la trayectoria de la actividad económica en el muy corto plazo.
Cabe aclarar, en México la pandemia por COVID-19 se presenta en un momento de múltiples dificultades para la economía nacional que ya se encontraba en estancamiento desde hace varios meses con una inversión detenida y el consumo debilitado.
Bajo este panorama, los resultados de los indicadores de IMEF para marzo 2020 anticipan una recesión en la economía mexicana en gran medida inducidas por la caída en el sector servicios y de comercio y la repercusión de las medidas implementadas para detener la propagación del COVID-19.
Situación contrasta con la observada durante los inicios de la recesión durante 2009, cuando los indicadores IMEF anticiparon una recesión, pero inducida principalmente por la caída del Indicador manufacturero. Habrá que estar atentos a las medidas que se implementen para frenar el virus y su impacto sobre la economía, con especial énfasis en el sector servicios y comercio.
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