La industria automotriz mexicana solicitó hoy al gobierno una serie de apoyos fiscales, financieros y comerciales para prevenir el impacto "sin precedentes" que calcula tendrá la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) en sus actividades.
La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) incluyó entre sus peticiones considerar la puesta en marcha del renovado Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) de libre comercio, hasta el 1 de enero de 2021.
"La crisis por la COVID-19 traerá consigo incertidumbre relacionada con la permanencia o posibles reajustes de la planta productiva en la industria", explicó la AMIA, a nombre de fabricantes, distribuidores y proveedores del sector.
Además del T-MEC, el organismo solicitó asegurar la operación continua de las aduanas para garantizar flujos de mercancías de importación y exportación, así como el reforzamiento de la vigilancia para prevenir el ingreso de autos usados e ilegales.
La AMIA también solicitó créditos fiscales en apoyo a los colaboradores afectados por la suspensión de actividades que han adoptado algunos fabricantes, por un equivalente al 50 por ciento de sus salarios.
En materia financiera, el organismo propuso créditos blandos para pequeñas y medianas empresas de la cadena de proveedores con el fin de estabilizar sus operaciones, ya que representan alrededor del 85 por ciento de empleos que genera la industria.
La AMIA consideró que las medidas adoptadas hasta ahora por las autoridades federales y estatales, así como por las empresas fabricantes y distribuidoras de vehículos derivará en una caída tanto del mercado interno como el de exportaciones, "sin precedentes en toda la historia, de más de 90 años, del sector en México".
En 2019, la producción y la exportación de vehículos de México cayeron 4,10 y 3,35 por ciento, respectivamente, en medio de una menor demanda de unidades a nivel global.
México se encuentra actualmente en la "fase dos" de prevención en la propagación de la COVID-19, la cual incluye un exhorto a la población para permanecer en sus hogares y en la suspensión de las actividades públicas.
Hasta la noche del domingo, México contabilizaba 993 casos confirmados de la COVID-19.