Una falla técnica por un mantenimiento inadecuado fue la causa probable de la caída de un helicóptero modelo Augusta 2011 A-109, en el que falleció el 24 de diciembre de 2018 la entonces gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso, y su esposo Rafael Moreno Valle, líder en el Senado del Partido Acción Nacional, informó este viernes el secretario federal de Comunicaciones y Transportes de México, Javier Jiménez Espriú.
"Debido a que no se cumplieron requisitos previos de mantenimiento (…), la pérdida de control (del helicóptero) se debió a un alabeo (giro) repentino hacia la izquierda, que no fue recuperado por el piloto al mando, provocando que el helicóptero se invirtiera en vuelo y se impactara en esa configuración contra el terreno", dijo el funcionario en conferencia de prensa al presentar un dictamen técnico final.
En la investigación participan expertos del Consejo de Seguridad del Transporte de Canadá (TSB, en inglés) y de la autoridad aeronáutica de EEUU, además de fabricantes italianos de la firma Augusta y de piezas vitales de la aeronave como el rotor.
Los investigadores y las autoridades de los tres países confirmaron que durante la inspección de restos no encontraron indicios de elementos ajenos al helicpótero, "ni aves, ni pedazos de aves, ni proyectiles, ni daños de posible acto de sabotaje ni explosivos", dijo el alto funcionario.
El dictamen establece que la información disponible para la investigación fue limitada "debido a la falta de registradores protegidos contra impactos y al daño severo del helicóptero por el impacto contra el terreno y posterior incendio, con base en evidencia disponibles".
Los autores de la investigación multinacional señalan determinaron que "el alabeo (giro) repentino hacia la izquierda se debió a que posiblemente que los dos alineadores de albeo se extendieron de manera simultánea, sin haber sido comandados".
MAL MANTENIMIENTO
Según las bitácoras de la nave que operaba como taxi aéreo, once días antes de la tragedia, el 13 de diciembre de 2018, los pilotos detectaron un "cambio de rumbo no dirigido" y en una inspección técnica se encontró dañado una pieza de mando.
Esa pieza es el "actuador lineal de aumento de estabilidad", que requería reemplazo, en el sistema que dirige las aspas del motor principal y permiten los giros, prosiguió el relato de Jiménez Espriú.
A pesar de esa falla, que fue notificada al fabricante de la pieza, la nave continuó volando.
Los investigadores encontraron "dos pequeños tornillos sueltos" en esos estabilizadores.
Asimismo, antes del accidente "no hubo ningún desprendimiento de componente alguno del helicóptero", que según testigos hizo un giro al lado izquierdo y cayó invertido al terreno.
El Gobierno informó que la falla técnica se originó en "un mantenimiento inadecuado, una inadecuada cultura de seguridad operacional del taxi aéreo".
La firma encargada del mantenimiento y la compañía propietaria del taxi aéreo, decidieron "realizar vuelos conociendo de mal funcionamiento del actuador del alabeo, con una insuficiente supervisión del mantenimiento por parte de la Dirección de Aeronáutica Civil", indicaron las autoridades
En conclusión, aquel 24 de diciembre de 2018, de acuerdo con la "lista de mínima de equipos" requerida para autorizar vuelos, el helicóptero "no debió haber volado, debió haber estado en tierra, es una falla enorme", subrayó Jiménez Espriú .
La empresa operadora de Servicios Aéreos del Altiplano, y taller de mantenimiento Rotor Flight Services han sido suspendidos en sus operaciones, hasta contar con el resultado de una auditoría federal.