No todos los perros se sienten bien cuando sus dueños los dejan en casa. Este problema se conoce como 'ansiedad por separación', pero, según los nuevos datos, el comportamiento destructivo de estos animales puede tener otras razones subyacentes.
Las nuevas investigaciones sugieren que dicho comportamiento está motivado por otros problemas. Entre ellos:
- el deseo de alejarse de algo en la casa;
- el deseo de llegar a algo fuera de ella;
- el deseo de reaccionar a ruidos o a acontecimientos externos;
- puro aburrimiento.
"Existe el peligro de que un síndrome como la ansiedad por separación se considere un diagnóstico, cuando la importancia relativa de emociones como el miedo, la frustración y el pánico asociados a la pérdida de una figura de apego puede ser fundamentalmente importante de comprender para un tratamiento eficaz", explican los autores del estudio sobre el comportamiento canino.
Los investigadores prepararon un cuestionario en línea para los propietarios de mascotas reuniendo la información sobre más de 2.700 animales de más de 100 razas en total. Este cuestionario permitió agrupar a estos perros en cuatro categorías jerárquicas basadas en los problemas de su comportamiento. Así, los autores identificaron cuatro formas principales de la enfermedad, cada una con causas psicológicas distintas que pueden ser probadas e inferidas.
El grupo A es el más pequeño, y se caracteriza por frustración de salida (una reacción negativa a que el dueño salga de casa), pánico social y frustración redirigida.
El grupo B se caracteriza por la frustración redirigida, el pánico social y la frustración hacia el dueño, esta última en raras ocasiones. Estos perros parecen querer llegar a algún estímulo externo y tratan de encontrar una forma alternativa de hacer frente a la situación.
El grupo C es el grupo más grande identificado. Incluye más de un tercio de los perros analizados y se caracteriza por los ladridos y el pánico social. También se excitan por estímulos externos, pero los evitan y reaccionan con ansiedad.
El grupo D acoge a aquellos perros que no encajan en ninguno de los otros grupos. Por ahora, solo se puede suponer que se aburren, porque los perros también pueden aburrirse.
"Si un perro está siendo destructivo, orina o defeca en el interior de la casa o ladra cuando se le deja solo, y lo llaman ansiedad por separación, no es muy útil. Es el comienzo del proceso de diagnóstico, no el final. Nuestra nueva investigación sugiere que la frustración en sus diversas formas está en el corazón del problema y necesitamos entender esta variedad si esperamos ofrecer mejores tratamientos para los perros", dice el veterinario Daniel Mills, de la Universidad de Lincoln.
A modo de comparación, Mills menciona el dolor de estómago que podría experimentar un can, y cuyas causas podrían ser muy variadas y requerir un tratamiento muy diferente. En este sentido es importante investigar el por qué los perros se comportan mal para poder determinar exactamente cómo abordar el trastorno, por ejemplo.