Este 21 de marzo, el astro brasileño Ronaldinho Gaucho cumple 40 años, más de la mitad dedicada a satisfacer los gustos futboleros más exigentes, convirtiéndose en el último ejemplar del “joga bonito” amazónico.
Y aunque en estos momentos Ronaldinho vive tiempos complicados en una cárcel paraguaya, no podemos dejar de lado la magia que desparramaba en cada una de las canchas en las que se presentaba, desde la Liga Brasileña, pasando por la Francesa, la Española, la Italiana y hasta la Mexicana.
Hoy en día podemos hablar de Messi y CR7, pero estos dos fuera de serie deben rendir pleitesía a “Dinho”, quien hacía que el futbol fuera un auténtico arte y una fiesta que propios y extraños disfrutaban.
Basta recordar ese clásico español donde, enfundado en la playera del Barcelona, le propinó un baile inolvidable a toda la defensa del Real Madrid, lo que motivó que la misma afición merengue del Santiago Bernabéu se levantara de sus butacas a aplaudirle.
Ronaldinho es un crack en toda la extensión de la palabra, pues todos lo recordamos con una sonrisa de oreja a oreja en el rectángulo verde, siendo un compañero y rival leal que hacía un “carnaval” con la número 5.
Pese a que a México llegó al final de su carrera para jugar con Querétaro, cada uno de los estadios que visitó “Dinho” presentaron llenos espectaculares para ver de cerca al “mago”, al último artista del “joga bonito”, el inolvidable Ronaldinho.