#8M El día que fuimos legión

#8M El día que fuimos legión

No te preocupes mamá, hoy no ando sola por la calle.

 

Hoy marché por ti, que escapaste de la violencia de tu exmarido y te reinventaste para ser conmigo.

 

Hoy marcho por mí, porque he sido acosada más veces de las que puedo contar y estoy harta de vivir en estado de alerta.

 

Hoy marcho por ellas, que ya no están y no pueden alzar su voz.

 

Veo cosas hermosas. Una familia regalando agua a las que marchan.

 

Allá una señora de sombrero regala dulces de menta para afinar la voz y gritar las consignas.

 

Me costó dos años que las mujeres que están en mi familia salieran conmigo a las marchas, a apoyar la causa de todas.

 

Hoy estoy muy feliz de compartir este momento con ellas.

 

Qué bueno que se unieron. Nos hacían falta. Las estábamos esperando.

 

Todo fue muy hermoso.

 

¿Lo mejor del día? Marchar hoy con la menor de mis hijas, de la que he aprendido mucho acerca del feminismo.

 

 Y decidí marchar con la consigna “la de al lado es tu compañera, no tu competencia”.

 

Nos necesitamos de la mano para destruir al monstruo de mil cabezas.

 

Como aquel que destruyó el corazón de todas.

 

El monstruo que golpeó a su esposa hasta matarla, en Coronango.

 

Y el horrible crimen ocurre hoy, mientras marcho.

 

El llanto se acumula en nuestro pecho, un corazón compartido por miles de nosotras.

 

Un corazón destrozado.

 

Por eso, por primera vez en mi vida adulta, llego a mi casa con la inminente necesidad de un abrazo.

 

Conmovida por el evento, desolada por la realidad, impotente ante el futuro.

 

*Esta columna no fue escrita por un hombre. El periodista que firma este texto tomó tuits de las mujeres que participaron en la marcha del #8M. Hoy los hombres callamos para que el grito de las mujeres se escuche más fuerte.

 

Tuits de los TL de:

 

@elsadlcastillo

@lismarybaby

@Natali_ha

@AdinaChel

@Andreahfdz

@jozzperrpatdeux

@AndreaChavezTre

@Gabylist63

@PatyNietoE