La producción diaria de mascarillas en China llegó el sábado a 116 millones de unidades, 12 veces la cantidad del 1 de febrero, con el ritmo de producción acercándose a su máximo.
Hasta el último día de febrero, la capacidad diaria de producción de tapabocas de estándar médico y de uso diario en el país se había quintuplicado en relación con el 1 de febrero, llegando a 110 millones de unidades, informó la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma.
El aumento constante tanto de la capacidad como de la producción redujo aún más el déficit de oferta. Hasta el sábado, la producción diaria de máscaras médicas de grado N95 alcanzó 1,66 millones de unidades, garantizando que el personal médico en contacto directo con personas afectadas por la neumonía COVID-19 esté debidamente equipado, destacó la comisión.
Antes de que se desatara la epidemia, China ya producía aproximadamente la mitad de las mascarillas de todo el mundo, con un volumen diario de 20 millones de unidades. El país se vio forzado a lanzar una expansión masiva de la producción para satisfacer la oferta debido al explosivo crecimiento de la demanda.
Las autoridades implementaron medidas para asegurar la operación fluida de las firmas dedicadas a la producción de máscaras y apoyar la modernización tecnológica del sector. Además, algunas empresas se reestructuraron para producir equipos de protección necesarios para el personal que hace frente al brote.
En la provincia de Guangdong, motor económico en el sur del país, Guangzhou Xingshi Equipments Co., Ltd, un fabricante de pañales y toallas sanitarias, convirtió una de sus líneas para la producción automatizada de tapabocas, con una capacidad para armar 1.000 máscaras médicas por minuto, o 1,4 millones por día.