Con el cierre de los carnavales se da pie al miércoles de ceniza y al inicio de la cuaresma, fecha representativa para la religión católica que tiene como objetivo que los creyentes lleven a cabo sacrificios en memoria de Jesucristo.
No obstante, con el paso de los años se ha perdido la esencia de esta fiesta religiosa y se ha tomado como un pretexto para el deleite de muchos, comenzando por los comerciantes de pescados y mariscos, alimentos permitidos en vigilia.