Los vecinos de Karelia, en el norte de Rusia, fueron testigos de un insólito fenómeno natural: la caída de una enorme bola de fuego.
En las imágenes del incidente, captadas por una cámara de vigilancia a las 4:35 de la madrugada, se observa cómo el cielo nocturno se ilumina con un destello azul brillante durante unos 6 segundos. El espectacular objeto se pudo apreciar desde las localidades karelias de Kostomuksha y Lédmozero.
Los geólogos no tienen previsto buscar ni examinar los restos del bólido, ya que probablemente el objeto celeste se desintegró por completo en la atmósfera a unos 10 o 15 kilómetros de la superficie terrestre.