Cientos de militantes de organizaciones feministas realizaron este viernes en México una protesta, frente a la sede del Poder Ejecutivo, donde el presidente Andrés Manuel López Obrador ofrece una conferencia de prensa diaria, contra el aumento de asesinatos de mujeres.
En la puerta principal y la fachada del edificio, donde también reside el gobernante, las manifestantes se congregaron desde el amanecer y pintaron consignas como "Estado homicida", "Nos matan, no más muertes", mientras clamaban "¡Justicia, justicia!".
"¡Señor, señora, no sea indiferente, se mata a las mujeres en la cara de la gente!", coreaban las mujeres, en su mayoría jóvenes, según las imágenes difundidas por noticiarios televisivos y redes sociales.
Una de las razones por la cual las manifestantes exigen justicia es el femincidio de la joven Ingrid Escamilla, de 25 años, quien fue asesinada en la Ciudad de México el 9 de febrero pasado.
El acusado del asesinato es su pareja de los últimos cinco años, identificado por la policía como Erick Francisco "N", contra quien ella ya había presentado una denuncia por violencia en 2019.
El caso ha indignado a la opinión pública porque las autoridades policiales filtraron a la prensa un video del momento de la detención del hombre, señalado como homicida, ensangrentado, relatando cómo cometió el crimen con un cuchillo, con el cual afirma que la víctima lo atacó.
La prensa sensacionalista publicó imágenes del acusado confesando en una patrulla policial los detalles del homicidio.
Las manifestantes protestan porque los asesinatos de mujeres por razones de género aumentaron 137 por ciento en los últimos cinco años, en todo el país, según datos de la Fiscalía General de la República.
En los primeros 20 días de 2020, 114 mujeres fueron víctimas de feminicidios, según las autoridades.
REPUESTA DEL PRESIDENTE
Una activista y periodista feminista que difunde sus trabajos con el seudónimo de Frida Guerrera, ingresó a la conferencia de prensa en el Palacio Nacional (sede del Ejecutivo) a cuestionar al mandatario, con quien sostuvo un rápido intercambio.
López Obrador expresó "todo nuestro respeto para el movimiento feminista, trabajamos todos los días para garantizar la paz y la tranquilidad, para que no haya violencia estamos atendiendo el problema de los feminicidios, celebramos que las mujeres defiendan su derecho a la seguridad".
Ante los insistentes cuestionamientos de la periodista por el aumento de la inseguridad y violencia contra las mujeres, el mandatario hizo una defensa de su propio movimiento.
"Tienen todo el derecho de manifestarse, nosotros venimos de la lucha social, no soy un fifí (presumido), tengo más de 40 años luchando por causas justas, no soy un presidente salido de la élite insensible, estamos haciendo todo lo que nos corresponde", replicó.
López Obrador criticó que "las organizaciones para la defensa de las distintas causas, expertos, especialistas, tienen este nuevo discurso neoliberal de la visibilidad y de las políticas públicas, todo esto son corrientes de pensamiento que se han extendido y llegan a México".
A la pregunta de Frida Guerrera por los "más de 250 feminicidios" en lo que va de 2020, el jefe del Ejecutivo defendió su lucha contra la corrupción, como "causa principal de la inseguridad y la violencia".
Para poner fin al intercambio López Obrador expuso su decálogo sobre el tema: "Uno, estoy en contra de la violencia en cualquiera de sus manifestaciones; dos, se debe proteger la vida de hombres y mujeres de todos los seres humanos; tres, es una cobardía agredir a la mujer; cuatro, es un anacronismo, un acto de brutalidad el machismo; cinco, se tiene que respetara las mujeres".
La segunda parte del decálogo indica: "Seis, no a las agresiones a mujeres; siete, no a crímenes de odio contra mujeres; ocho, castigo a los responsables de violencia contra mujeres; nueve, el Gobierno que represento se va a ocupar siempre de garantizar la seguridad de las mujeres; diez, vamos a garantizar la paz y la tranquilidad en México".
Las autoridades capitalinas desplegaron a cientos de policías femeninas en el Centro Histórico, donde está el Palacio Nacional, resguardado por militares.
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