En esta semana han estado fluyendo los primeros datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) sobre como cerró oficialmente la economía en 2019 y que nos dan indicios de cómo viene el primer trimestre de 2020. Aquí mostramos un breve análisis.
La inversión fija bruta (IFB) cayó, pero…
La IFB se refiere a los gastos que se realizan en activos como maquinaria, equipo y construcción; por quinto mes consecutivo cayó en octubre -1.5%. Sólo creció el rubro de maquinaria importada 2.2%. Al final la caída anual suma un -8.7%. Lo anterior es reflejo de un comportamiento precautorio por parte de los inversionistas muy típico de cada inicio de sexenio. El valor en índice 100 es de 99.4 puntos; comparado con el mismo mes del primer año de Peña Nieto fue de 99.2 y el respectivo de Calderón fue de 96.3; por tanto, este sexenio muestra un mejor desempeño.
La actividad industrial se recuperó
El nivel de producción del sector secundario, que estuvo presentando caídas los primeros meses del año, en el mes de noviembre tuvo un aumento del 0.8%, lo que significó que la caída anual se moderó a -1.7%. La construcción como sector de arrastre creció 1% y las manufacturas 0.2%. El valor en índice 100 fue de 101.7, lo que ya significó una recuperación. Comparativamente, en el mismo mes del primer año de Peña Nieto fue de 100.5 y con Calderón fue de 98.7, por lo que los resultados también son positivos.
El consumo privado continúa creciendo
A pesar de que en el mes de octubre el consumo privado en el mercado interior se contrajo -0.8% con respecto a septiembre, el saldo anual se mantuvo positivo en 1.5%. No obstante, se pueden prender algunas alertas porque el consumo con mayor expansión fue el de los bienes importados que crecieron a tasa anual de 8.2%, entre otras causas por el fortalecimiento del peso frente a otras monedas como el dólar lo que hace que nuestro poder adquisitivo sea mayor en el exterior.
Aun con un aumento considerable en las importaciones, la moneda mexicana se ha mantenido estable, sin embargo, es necesario que el gobierno federal implemente incentivos para el consumo de bienes nacionales. Un crecimiento del consumo de importaciones tendría efectos negativos en la balanza de pagos y el tipo de cambio. En un valor de índice 100 este indicador se situó en 117.4 contra los 100.6 y 96.1 de iguales meses de los sexenios de Peña Nieto y Calderón respectivamente.
La confianza del consumidor se modera
Después del gigantesco salto positivo que tuvo la confianza del consumidor cuando triunfó AMLO, en el segundo semestre de 2019 se moderó. Hay que recordar que este indicador señala el sentimiento de los consumidores con respecto a la situación actual y futura. El valor más alto se presentó en febrero de 2019 con un valor de 48.6, en diciembre cerró en 43.4, aun así, ese nivel nunca lo alcanzó Peña Nieto y Calderón lo vivió sólo en dos meses. Esto significa que los consumidores siguen manteniendo el optimismo con respecto a la situación económica.
Cabe señalar que, si bien la confianza del consumidor ha disminuido ligeramente con respecto al inicio del sexenio, hay una pregunta que mantiene aumentos, cuando el consumidor compara “la situación económica personal actual con la de hace un año”. Es decir, las personas perciben una mejoría con el pasado. Las preguntas donde bajan los puntajes están relacionadas con el futuro, en otras palabras, las campañas de miedo que muchos medios de comunicación han infundido han tenido efecto. Debemos, entonces, desmentir y contrarrestar los temores malintencionados.
La inflación mejor que nunca
El índice de precios al consumidor (IPC), que mide cuanto variaron los precios de las mercancías al menudeo, aumentó 2.83% a tasa anual con cifras de la última quincena de diciembre. Este es el segundo mejor resultado de todo el periodo neoliberal. La inflación subyacente, que comprende alimentos procesados y servicios, aumentó 3.59%; mientras que la no subyacente, que incluye tarifas de gobierno, productos agrícolas y energéticos, apenas varió 0.59%, esto comprueba que en el primer año de gobierno no aumentó el gas, la gasolina ni la electricidad, todo lo contrario, en el renglón desagregado, los energéticos redujeron sus precios en -0.54%.
Un dato importante es que el índice de precios al productor (IPP), que mide la variación de precios de las materias primas, aumentó apenas 1.01%, por lo que es injustificado el aumento de precios que aplicaron algunas empresas lácteas y el monopolio de panificación chatarra. De hecho, estas empresas deben ser inspeccionadas y, en su caso, sancionadas ya que no debemos permitir el inicio de una guerra comercial por sobreprecios. Claro que el poder del consumidor ha hecho lo propio y mediante redes sociales declaró un boicot a las abusivas empresas.
Este nivel de inflación, tanto de precios al consumidor como al productor refleja estabilidad y es muy similar al de países de economías planificadas y de capitalismos avanzados. Además, hay que decir que tanto en 2019 como en 2020 ha habido aumentos salariales extraordinarios lo que está permitiendo la recuperación del poder adquisitivo y ha derribado el mito que los aumentos salariales generan inflación, ¡bye, bye, ideólogos neoliberales!
Estos resultados están en línea con los pronósticos que publicamos la primera semana de 2020 por lo que las metas de crecimiento podrán ser alcanzadas con una regular facilidad. ¡Basta de noticias falsas que amedrentan a la población!
*Profesor-Investigador Facultad de Negocios, Universidad La Salle México
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores
Twitter: @BandalaCarlos