Autoridades mexicanas ordenaron congelar e investigar las cuentas de José Ángel Ramos, abuelo de un niño de 11 años que asesinó a su maestra, hirió a cinco compañeros y a otro profesor, antes de suicidarse en un colegio de Torreón, Coahuila.
"Vamos a presentar los resultados ante la Fiscalía de Coahuila y la Fiscalía General de la República, evidentemente estamos en proceso del congelamiento de cuentas en razón de que vimos flujo de recursos que no corresponden a la actividad de las personas", dijo a periodistas el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto.
Las autoridades encontraron que el abuelo del menor, quien se encuentra detenido como propietario de las dos pistolas utilizadas por su nieto para el ataque, tenía flujos de recursos en efectivo por más de 100 millones de pesos desde EEUU (unos 5,2 millones de dólares).
La petición de congelar las cuentas del tutor fue hecha por el Gobierno del estado de Coahuila y por las "instancias encargadas de investigación patrimonial y económica", del abuelo y del padre del menor.
El abuelo fue detenido y encarcelado desde la noche del lunes en el Centro de Readaptación Social de Torreón, acusado de "omisión", al permitir que su nieto accediera a dos armas ilegales que tenía en su casa, calibre 22 y 40, la segunda de ellas marca Glock.
El alto funcionario federal dijo al final de una reunión del Consejo de Seguridad federal que "encontramos flujos de recursos que no corresponden a la forma usual de la señora Rebeca Jiménez (abuela), de los señores José Ángel Ramos, padre e hijo, y esto ha generado la investigación correspondiente".
Nieto informó en la reunión periódica que el gabinete federal de Seguridad sostuvo con la Conferencia Nacional de Gobernadores de todo el país, que las autoridades financieras observaron movimientos irregulares en las cuentas del abuelo del menor, que protagonizó la tragedia en el Colegio Cervantes, institución educativa de clase media alta en la ciudad norteña.
En la casa donde residía el niño con sus abuelos, tras el fallecimiento de su madre, las autoridades encontraron armas y dispositivos móviles, que son examinados para determinar si el niño fue influenciado por alguna persona o por algún videojuego.