Políticos sui géneris, del ridículo a la bravuconería

Políticos sui géneris, del ridículo a la bravuconería

Foto: Enfoque

Muchas voces han exigido a los políticos mostrar su verdadera esencia, lejos de poses y discursos prefabricados que no generan que la gente se identifique con ellos; sin embargo, en el afán de complacer a sus seguidores, estos personajes van del ridículo a la bravuconería.

 

Ejemplo es el diputado federal Gerardo Fernández Noroña, quien desde siempre se ha mostrado como un político malhablado y violento, que en esta ocasión reventó las redes sociales al subir una selfi en la que aparece solo tapado con una toalla.

 

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