Elon Musk ha escuchado las quejas de la comunidad de astrónomos, quienes sostienen que la 'constelación' de satélites Starlink interfiere, distorsiona y dificulta la observación y el registro de eventos astronómicos. La solución es tan sencilla como pintar los satélites de negro.
SpaceX acaba de lanzar su tercera tanda de satélites Starlink desde Cabo Cañaveral, al este de Florida, Estados Unidos. La novedad más curiosa es que en dicha flota hay un satélite pintado de negro bautizado DarkSat.
"En este vuelo, SpaceX también está probando un tratamiento experimental de oscurecimiento de un satélite para reducir el albedo (el porcentaje de radiación que refleja una superficie respecto a la radiación que incide en ella) del cuerpo de los satélites", señaló el comunicado de prensa oficial.
Successful deployment of 60 Starlink satellites confirmed! pic.twitter.com/hA8eUp7dNI
— SpaceX (@SpaceX) January 7, 2020
Esta peculiar innovación de la compañía de Elon Musk responde a la reciente inquietud de la comunidad de astrónomos. En noviembre de 2019, los científicos advirtieron que la "megaconstelación" Starlink afecta ostensiblemente el registro de los fenómenos astronómicos. Los satélites reflejan la luz solar, lo cual altera la observación y captación de imágenes. Esta interferencia es más notoria durante el amanecer y el ocaso.
De acuerdo a lo que informa Nature, no existe una regulación que determine cuán brillante puede ser la superficie de un satélite. Asimismo, la altitud primaria de los Starlink (unos 290 kilómetros) tiene su cuota de responsabilidad, ya que sus paneles están abiertos para reducir la resistencia aerodinámica. Esta interferencia podría ser menor cuando alcancen los 550 kilómetros de altitud proyectados.
Según Patricia Cooper, de SpaceX, el tratamiento de la superficie de DarkSat procurará que la luz se refleje de una manera más difusa tras incidir en el satélite.
El objetivo del proyecto Starlink es proveer un servicio de internet de banda ancha muy eficiente a bajo costo, en especial para áreas de escasa o nula conectividad.
SpaceX tendrá 12.000 satélites orbitando la Tierra para mediados de esta década.