A partir de este 1 de enero de 2020 entró en funcionamiento el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), con lo que cualquier mexicano puede recibir atención médica gratuita en centros de salud, así como en el IMSS y el ISSSTE.
Aunque la medida es necesaria debido a la enorme cantidad de mexicanos que no cuenta con servicios de salud, expertos en la materia consideran que no se tiene un plan adecuado para llevarla a cabo, por lo que el IMSS y el ISSSTE estarían en riesgo de colapso.
En números fríos, el IMSS tiene más de 20 millones de afiliados en todo el país y contará para este año con un presupuesto de poco más de 300 mil millones de pesos, lo que representa el 50.3 % de los recursos del Sector Salud aprobados en el Presupuesto de Egresos 2020.
Sin embargo, este dinero no irá únicamente para la compra de medicamentos y la contratación de nuevo personal, ya que de acuerdo con Zoé Robledo, director general del IMSS, más de 13 mil millones se usarán para infraestructura.
Cabe recordar que durante los últimos meses se ha acusado falta de medicamentos y personal en los hospitales del IMSS-Bienestar, algo que no ha sido solucionado del todo.
En el caso del ISSSTE, este instituto tiene más de 13 millones de afiliados en todo el país, recibiendo para este año un presupuesto similar al del IMSS, pero el 70 % de estos recursos se irá para pago de jubilaciones y pensiones, algo en lo que no prestó atención el Gobierno Federal.
De esta manera, el tema de los medicamentos y de la contratación de nuevo personal en el ISSSTE quedará de lado. Al contrario, se estimaba a finales del año pasado el despido de al menos 3,000 empleados de confianza.
Con esta situación crítica de ambos institutos, ahora deberán de hacer esfuerzos para recibir a los millones de mexicanos que buscarán la atención médica gratuita en los hospitales de estas dependencias, por lo que podría existir el riesgo de un colapso en el Sector Salud.
Y es que tomando como base cifras de mediados de 2019, alrededor de 70 millones de mexicanos no cuentan con servicios de seguridad social, donde se incluye la atención médica.
De esta manera, el Gobierno Federal deberá trabajar a marchas forzadas para la construcción de nuevos hospitales y la contratación de mayor personal, pues en estos momentos es prácticamente imposible que IMSS e ISSSTE brinden una atención médica adecuada a los mexicanos.