T-MEC afectará negativamente producción automotriz: Estudio

T-MEC afectará negativamente producción automotriz: Estudio

El recién revisado Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) tiene un saldo "negativo neto" para las tres economías debido a sus mandatos normativos, especialmente en automóviles, señala un nuevo análisis publicado hoy por el Instituto Petersen para la Economía Internacional (PIIE, por sus siglas en inglés).

  

El T-MEC moderniza las reglas comerciales y refuerza el cumplimiento de derechos laborales y ambientales, pero sus restricciones sobre el comercio, inversión y producción automotrices "dañarán la industria estadounidense", dijeron los economistas comerciales Mary Lovely y Jeffrey Schott del PIIE, autores del análisis.

  

La cláusula central del nuevo acuerdo, que busca reemplazar al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) de 25 años de antigüedad, fortalece las reglas de origen para automóviles y estipula que un 75 por ciento de un automóvil debe ser fabricado en América del Norte para poder calificar para aranceles reducidos, cifra mayor que el 62,5 por ciento del TLCAN. También estipula que al menos 70 por ciento del acero y aluminio de los fabricantes de automóviles debe ser adquirido en América del Norte.

  

"El objetivo declarado de la administración Trump era garantizar que se fabricaran más automóviles en América del Norte, pero el resultado es justo lo opuesto", afirmaron los economistas.

  

"Los nuevos requisitos de contenido elevarán los costos de producción, lo que causará un alza de los precios de los automóviles, reducirá la demanda estadounidense, disminuirá las exportaciones automotrices y conducirá a una rápida sustitución de trabajadores por máquinas", añadieron.

  

Aunque los líderes de Estados Unidos, Canadá y México firmaron el T-MEC propuesto hace más de un año, los demócratas de la Cámara han negociado durante meses con funcionarios de la administración Trump para resolver sus preocupaciones con respecto a las herramientas para la aplicación de los estándares laborales y ambientales, así como a las cláusulas sobre drogas en el nuevo tratado comercial trilateral.

  

"En general, el protocolo mejora el T-MEC, pero no lo suficiente para contrarrestar el efecto negativo sobre las economías nacionales de las regulaciones restrictivas que limitan el acceso de plantas automotrices canadienses y mexicanas al mercado estadounidense", dijeron los economistas de PIIE.

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