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En el municipio de Puebla, no hay una norma específica para el funcionamiento de food trucks, situación que afecta a un sinnúmero de microempresarios, sin que hasta el momento el Gobierno Municipal tenga un plan, afirmó Daniel Lara, expropietario de un vehículo de venta de comida rápida y quien elaboraba hamburguesas gourmet.
En entrevista con Imagen Poblana, el emprendedor -y que quedó afectado por esa falta de regulación- relató que intentó solicitar un permiso ante el Ayuntamiento de Puebla; sin embargo, le informaron que sería considerado como ambulante, debido a que no hay un reglamento específico para restaurantes móviles.
“No hay en la ciudad de Puebla la oportunidad de que un food truck se pueda desplazar libremente por las calles para ir vendiendo sus productos. Sí existen estas unidades en la vía pública, pero están trabajando por la libre, es decir, sin avisarle al municipio, o bien optan por pagar una contribución a líderes ambulantes para poder trabajar”, expresó.
Aunado a lo anterior, aseguró que el trámite para poder instalarse en la vía pública a bordo de su unidad era costoso, además de complicado.
Mencionó que en el Ayuntamiento de Puebla le informaron que, tal y como se le solicita a los vendedores ambulantes, primero necesitaba el permiso de los vecinos de la zona donde se instalaría, además de llenar varios formularios y pagar un costo diario por metro cuadrado utilizado, que en su caso representaba alrededor de 7,000 pesos mensuales a la Secretaría de Gobernación Municipal.
Por ello, optó por rentar un local y estacionar su unidad a las afueras del mismo, pero al no poder circular por toda la ciudad para comercializar su producto, el negocio simplemente no prosperó.
“Estuve en un parque de remolques, atrás de la Ibero Puebla, pero estar en un parque de esos mata totalmente el espíritu de un food truck, porque estas unidades están hechas para que el producto circule por distintos puntos de la ciudad. El espíritu de un food truck es precisamente la movilidad gastronómica”, añadió.
