.gif)
Los mexicanos no aprecian las artesanías de los pueblos indígenas en contraste con los extranjeros, expresó Gabina Sánchez Flores, artesana originaria del Estado de México, quien compartió que, en su mayoría, las familias de este país recurren al famoso “regateo”.
En entrevista con Imagen Poblana, la mujer compartió que desde los siete años comenzó a bordar como parte de una tradición transmitida de generación en generación.
En este sentido, comentó que de viernes a lunes se instala a unos metros del zócalo de Puebla, a un costado del Edificio Carolino de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). Sin embargo, refirió que desde julio pasado sus ventas ya no son las mismas, debido a la situación económica por la que atraviesa el país.
Aunado a ello, indicó que la mayoría de los poblanos y originarios de México recurren al “famoso” regateo, y por el contrario, los extranjeros son los que pagan más y aprecian los bordados de cruz y otras técnicas que son plasmadas en caminos de mesa, monederos, carteras, diademas, aretes y otros.
“Yo vengo de un pueblo mazahua del Estado de México. Mi pueblo se llama San Antonio de la Laguna (…). Vengo a vender los días viernes, sábados, domingos y lunes. Las artesanías que comercializo son de un pueblo nahua indígena”, acotó.
Pese a las bajas ventas, indicó que durante su estadía en la capital, además de pagar el derecho de espacio al Ayuntamiento de Puebla, ella y otras tres compañeras pagan la renta de un cuarto para pasar la noche.
Agregó que es durante la temporada de Navidad y Semana Santa cuando vende un poco más. En tanto, dijo que los costos dependen de cada artículo.
