Héctor Alonso Granados, la vergüenza de la LX Legislatura

Héctor Alonso Granados, la vergüenza de la LX Legislatura

Foto: Ángel Trinidad

Nada en esta vida puede ser perfecto. Pese al buen trabajo desarrollado en el Congreso de Puebla, hay una mancha que ha generado un sinfín de discusiones por su comportamiento, propio de un ser asilvestrado, nos referimos a Héctor Alonso Granados, diputado emanado de Morena.

 

El pasado miércoles, Héctor Alonso dio otra vez de qué hablar al agredir al diputado de Morena, Gabriel Biestro, por, supuestamente, impedirles el paso a activistas del agua, poder que no tiene el legislador morenista, quien contuvo su enojo contra Alonso Granados.

 

Emilio Maurer, compañero de bancada de Gabriel Biestro, reconoció la madurez del legislador para no responder la agresión de Héctor Alonso, sentenciando que este diputado, que ya renunció al partido vinotinto, es y seguirá siendo un problema por su manera de actuar.

 

 

Sin embargo, esta no es la primera vez que Héctor Alonso Granados es portada por algún escándalo, pues basta recordar que junto con José Juan Espinosa formó un frente para perpetuarse en la mesa directiva del Congreso. A final de cuentas, ambos terminaron peleados.

 

Héctor Alonso fue criticado a nivel nacional por sus comentarios misóginos, pues cuando se discutía en el Congreso Local la despenalización del aborto, el diputado tuvo la brillante idea de “sugerir” a las mujeres que apoyan el aborto “pensar antes de abrir las piernas”.

 

Por estos comentarios, Alonso Granados fue retirado de la presidencia de la Comisión de Seguridad Pública por los comentarios misóginos que emitió, pero el legislador hizo berrinche y se negó a entregar este puesto.

 

Pero el espíritu machista de Héctor Alonso Granados no paró en ese momento, pues le dio por atacar en repetidas ocasiones a diputadas locales de todos los partidos, a las que incluso alguna vez calificó como “focas aplaudidoras”.

 

En respuesta, las diputadas abandonaron el recinto legislativo en una ocasión que Héctor Alonso subió a tribuna, pues como buen “macho”, el diputado no tuvo la sensibilidad de ofrecer una disculpa sincera por sus actitudes.

 

La actitud beligerante de Héctor Alonso Granados no ha sido solamente para sus compañeros del Congreso Local, pues también se lanzó contra el presidente Andrés Manuel López Obrador pidiéndole que deje de perder el tiempo en “consultitas”.

 

 

Quedan poco menos de dos años de la LX Legislatura, en la que diputados y sociedad en general deberán seguir soportando las ocurrencias de Héctor Alonso Granados, el legislador más impresentable del que se tenga memoria.

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