Dos alumnas mexicanas del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) crearon un revolucionario bioplástico que se fabrica con piel de mango y jugo de nopal.
Por haber creado unas pajitas —también conocidas como pitillos y popotes— Itzel Paniagua y Alondra Montserrat López ganaron el primer premio del Concurso Universitario Feria de las Ciencias, la Tecnología y la Innovación.
Las dos jóvenes relataron que se inspiraron en el deseo de hacer algo por el medio ambiente y que se dieron cuenta de ello en plena oleada de videos que mostraban el daño causado por el plástico.
Los popotes que fabrican son un poco más gruesos que los de plástico y marrones. También huelen un poco a mango, pero no afectan al sabor del líquido que se absorbe con su ayuda, destacan las jóvenes.
Las dos alumnas mexicanas planean probar el potencial comercial de estas pajitas y patentar el producto. Las de un solo uso suponen un grave problema para el medioambiente, puesto que muchísimas se usan a diario y al final acaban en la basura.
Por ejemplo, solo en la ciudad de Buenos Aires se usan dos millones de popotes al mes en cafeterías y centros comerciales, lo que equivale a tirar 1,7 toneladas de plástico. De hecho, por esta razón el Gobierno de la capital argentina prohibió la expedición de los de plástico, igual que lo hicieron varios países del mundo.