El martes llegó a nuestro país el presidente indígena Evo Morales, venía en el avión de las Fuerzas Armadas Mexicanas que el presidente Andres Manuel le envió para transportarlo después de que el alto mando militar boliviano le obligara a renunciar a través de una maniobra que ha tratado de ser maquillada como un movimiento de la “sociedad civil”, “del pueblo”, por medios de comunicación de derecha. Aquí mostramos los hechos que evidencian el golpe.
El 20 de octubre se realizaron elecciones presidenciales en Bolivia. Los resultados fueron 47.1% a favor de Evo Morales contra 36.5% de Carlos Mesa, el candidato de derecha. De acuerdo con la legislación electoral, para obtener el triunfo presidencial el candidato debe tener más del 50% de los votos o teniendo un porcentaje menor, la diferencia entre el primer y segundo lugar debe ser igual o mayor a 10 puntos, de lo contrario se declara una segunda vuelta entre los dos candidatos más votados. Aunque la diferencia entre Evo y Mesa fue de 10.6%, la derecha exigió segunda vuelta.
Grupos de choques de derecha iniciaron manifestaciones violentas con la fachada de que era el pueblo quien protestaba. Sin embargo, el plan estaba delineado desde tiempo atrás. La primera semana de noviembre el periódico Erbol, dio a conocer 16 grabaciones de audio que revelaban la ruta trazada por dirigentes de derecha de Bolivia y Estados Unidos, entre los implicados estaría Marco Rubio, senador republicano y el encargado de negocios de Estados Unidos en Bolivia. Curiosamente, a la dimisión de Evo, el primero en congratularse fue Marco Rubio.
En las grabaciones de Erbol, se detalla un plan de manifestaciones violentas financiadas (golpeadores pagados) que iban a ser seguidas de un respaldo militar y policial, tal y como sucedió el domingo pasado. El mismo Evo denunció que un militar le había confesado que su cabeza tenía el precio de 50 mil dólares.
El mensaje para la segunda fase del plan fue emitido por la Organización de Estados Americanos (OEA) que realizaba una investigación sobre el proceso electoral. Sin concluir el trabajo y con una muestra de apenas el 1% de las casillas, declaró irregularidades en el proceso. Los militares amenazaron a Evo, quien se dirigió a Cochabamba para después partir a México. El avión que trajo a Evo pidió permiso para aterrizar al alto mando militar boliviano, lo que demostró quién tenía el control del país. El pueblo boliviano ha salido a las calles a defender a Evo y ha sido brutalmente reprimido por el ejército, que mantiene un patrullaje en las calles; al momento, se reportan 10 muertos.
Andrés Manuel ha sido calificado como un héroe internacional y ha puesto en alto nuestro sentido internacionalista ante el mundo para asilar a los perseguidos políticos y defender la democracia de la región.
El golpe de Estado en Bolivia debe enmarcarse en los crímenes del Neoliberalismo. Bolivia ha sido el país con mayor crecimiento de la región (por encima de Estados Unidos y Canadá), su PIB creció al doble que el de México (Gráfico 1). Disminuyó la pobreza a un nivel más bajo que Argentina, disminuyó la desigualdad como ningún país en el mundo. Evo fue el primer presidente indígena, eso no se lo perdonó la oligarquía blanca y mestiza de Bolivia.
Elaboración propia con datos de INEGI (2014-2017) e INE (2014-2017)
Las lógicas del pensamiento de derecha:
a) Cuando Felipe Calderón (FECAL) usurpó la presidencia de México, la diferencia entre él y AMLO era de tan sólo 0.5%. Con muchas denuncias de irregularidades, el Tribunal Electoral no concedió la apertura de urnas para el conteo voto por voto. Ningún organismo internacional puso en duda la elección. La diferencia entre Evo y Mesa fue de 10.6% y los organismos de derecha (incluyendo el PAN en México) pusieron en duda la elección.
b) A Evo lo llamaron dictador por gobernar 14 años siendo elegido por el voto popular directo y secreto. Cuando Claudia Sheimbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México, defendió a Evo y cuestionó que Angela Merkel, con el mismo tiempo en el gobierno de Alemania, no era llamada dictadora, le argumentaron que ella era elegida vía el parlamento; pero este es un sistema muy similar al de Cuba, por el que se eligió sucesivamente a Fidel Castro, a quien la derecha sí llamaba dictador.
c) La Organización de Estados Americanos (OEA) mostró gran preocupación con la reelección de Evo cuestionando la legitimidad, pero ha cerrado la boca ante la autoproclamación de Jeanine Añez, diputada de derecha, que lo hizo ante un congreso sin quorum, pero rodeado de militares que impidieron la asistencia de los diputados del MAS (partido con mayoría).
¿Qué viene?
Los obreros, los mineros y los indígenas se están organizando; ayer concluyeron una Asamblea General donde activaron los grupos de defensa para el regreso de Evo, quien se prepara desde México. Él técnicamente no ha renunciado, ya que el congreso de Bolivia no la ha aceptado y según la constitución, Evo puede estar fuera del país sin permiso hasta por 10 días.
Ningún gobierno del mundo, salvo Estados Unidos y Brasil, han reconocido al gobierno de Añez y el caso podría ser llevado al Alto Comisionado de la ONU de donde podría salir la propuesta de formar una comitiva diplomática que acompañe a Evo en la reinstalación de los poderes constitucionales. Así que esto aún no termina. El pueblo volverá a la carga con la espada de Bolívar por delante.
*Profesor-Investigador Facultad de Negocios, Universidad La Salle México
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores
Twitter: @BandalaCarlos
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