El pasado fin de semana, las jugadoras del Puebla Femenil vivieron un momento lamentable debido al cuarto oficial del duelo ante las Cementeras del Cruz Azul, pues sufrieron una evidente invasión a la intimidad.
La capitana de las franjiazules, María José López, lanzó un mensaje en redes sociales donde mencionaba que el cuarto oficial revisó la ropa interior que llevaban para evitar que fuera de otro color al de su short, algo que incomodó mucho a las jugadoras.
De inmediato, la Federación Mexicana de Futbol (FMF) abrió una investigación para determinar lo que sucedió en la cancha del Estadio Cuauhtémoc. Incluso, la Asociación de Futbolistas Profesionales de México se sumó al apoyo a las poblanas, que exigen que no sucedan nuevamente este tipo de actos.
Sin embargo, en un deporte todavía machista como es el futbol mexicano, este es uno de los tantos riesgos que corren las mujeres que representan a cada uno de los equipos de la Liga MX, esperando que lo sucedido en Puebla no sea solo la punta del iceberg.
Además de la enorme disparidad que hay en los sueldos entre la Liga MX Varonil y la Femenil, es notoria la ausencia de mujeres árbitros, pues solo Quetzali Alvarado sobresale como silbante y no puede abarcar todos los juegos.
Los ataques desde la tribuna también son parte de los riesgos que corren las damas, ya que los insultos con tintes misóginos son constantes, algo que ha sido complicado controlar por parte de la liga.
Tal vez el mayor riesgo que corren las futbolistas es el poco interés por mejorar sus condiciones que se ha visto desde el arranque de la Liga, pues pese a estas situaciones no se ve un trabajo fuerte a favor de las jugadoras.
Desafortunadamente, la Federación Mexicana de Futbol ha desestimado la queja del Puebla, mostrando nuevamente que la Liga MX Femenil no es importante ni representa algo que se deba cuidar, dejando mal parada a la FMF en cuestiones de equidad de género.