Cuando los encargados del palenque nacional no pueden garantizar la seguridad, lo mínimo es que les pidan desalojar para enviar gente de confianza que cuide el tiradero en el patio trasero. El despiporre es evidente, el destripadero no tiene contento a nadie, menos cuando se advierte que nadie quiere recapacitar, menos corregir el desaguisado.
Ha sido demasiado el tiempo que se ha dado para que los delincuentes cómplices del cotarro hayan limpiado sus asuntos , levantado maletas, cuadrado las cuentas, para retirarse en paz, a gozar de su inmunidad consentida por un régimen lenguaraz y por los patrones de allá arriba, inquietos por las condiciones requeridas.
Pero se acabó. Los grandes casos de Videgaray, Peña Nieto, Romero Deschamps, Lozoya, Meade, y compañía a los que el Departamento de Justicia dio en julio pasado un plazo de cien días para procesarse, cumplido el cual, aquéllos vendrían a llevárselos, dijeron, ya fue excedido. La justicia es ciega, pero tiene compromisos ineludibles, más cuando perjudica su retraso.
La culpa, dicen, ha sido de los catatónicos del rancho grande. No han podido hacer ni la a del cajoncito. Menos podrán con lo que sigue. Háganse a un lado los gabinetitos de seguridad nacional, que no saben entender ni las aristas de un pitazo. Fuerzas especiales de la DEA son asignadas en México para hacer la tarea. De segundo de primaria. Se esperaba.
Peor que en materia de seguridad, estamos en cuestiones económicas
Pero independientemente del tiradero en materia de seguridad y de la claudicación vergonzosa del Estado frente a los carteles, el panorama no es mejor en el plano económico. Por subejercicio presupuestal, se han dejado de crear cerca de un millón de empleos formales. El sector social no accede a créditos y engrosa las filas de la economía informal que ya es del 70% de la Población Económicamente Activa.
La inversión extranjera está en su más triste parámetro. Diez mil millones de dólares que se han dejado de captar. En la industria manufacturera, la construcción, la minería y la electricidad, los grandes hoyos. La Cofepris, rezagada en permisos de inversiones detenidas por procesos burocráticos.
La Secretaría de Desarrollo Rural, antes Sagarpa a todo tren importando granos comestibles, atendiendo verdaderos nudos alimentarios. En los sectores de Comunicaciones y Energía inversión insuficiente y problemas de confianza y certidumbre sobre el equilibrio psicosocial de sus titulares.
Pemex en la caja de la amargura. Los mejores contratos en manos de los supuestos delincuentes off shore, ahora dizque perseguidos por la Interpol. ¡Hágame usted el refabrón cavor!
Ya se venció el plazo de gracia a la 4T de los grupos financieros del exterior
Miscelánea fiscal intimidatoria y persecutoria. Nueva ley para arrebatar las plusvalías a los dueños de casas habitación, fraudes en los programas sociales para jóvenes becarios, cuyo dinero no ha podido ser comprobado y ha ingresado a las campañas de la lucha por la dirigencia de Morena. Desaguisados en los apoyos a la Tercera Edad.
Pero todo tiene un principio y un final. Afortunadamente, en este caso, los grupos financieros del exterior, por si algo faltara, ya empezaron a meter chispas al proceso de evaluación de la Cuarta Transformación. Si habían dado un plazo de gracia a sus prestanombres para que limpiaran el tiradero, éste ya se venció.
Virtualmente detenida la industria de la construcción, detonadora de la economía
Así que, ¡a amarrarse los cinturones! El pleito desigual ya comenzó. En días pasados, todo empezó como un aviso técnico:
México cayó seis posiciones en el reporte Doing Business 2020 que publicó el miércoles pasado el Banco Mundial y que mide la facilidad para hacer negocios en 190 países. México se ubicó en la posición 60, luego de que un año antes se colocara en la 54, reza el comunicado.
Doing Business analiza diez indicadores sobre regulaciones empresariales y la protección de los derechos de propiedad que miden los procedimientos, tiempos y costos federales y locales que impactan el ambiente de negocios.
Entre los aspectos que lo hicieron retroceder en la tabla global se encuentra la dificultad para otorgar permisos de construcción, pues el proceso tarda más de cuatro meses. Fatal, si se le compara con las economías normales y eficientes que lo hacen en tres semanas, como Corea y Finlandia.
Debilidad de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores. ¿Viene otro Fobaproa?
En un contexto de caída de ingresos tributarios, el Programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas reveló que el paquete económico para el próximo año es poco realista al proponer un crecimiento económico del 2%, en contraste con diversos especialistas e instituciones internacionales, así como los datos económicos observados durante el año.
México es el segundo país del mundo con altos intereses, inhibe el crecimiento y el consumo interno, tanto de familias como de empresas. La Comisión Bancaria y de Valores registra una preocupante debilidad en supervisión financiera que puede generar un riesgo para el sector, como sucedió en el pasado con el Fobaproa.
México ha dejado de ser un país confiable. Todos sabemos qué quieren decir estas palabras, ante este panorama. Lo que sigue es inminente: no tardan en asestar las calificadoras de Nueva York, al servicio de los prestamistas de allá, sus calificaciones sobre deuda basura. Las cinco hermanitas caerán como jabatas.
Ésta sería la puya definitiva, la estocada mortal que requiere la Cuarta Transformación para ponerse las pilas, abandonar las locuras o sucumbir al embate. No se sabe cuál opción sería la mejor en el caso de la población mexicana, tan cansada de seguir sufriendo atrocidades y errores mayúsculos.
Desde el exterior pueden demandar que los despidamos hasta que aprendan
Los mexicanos nunca hemos sido partidarios de las interferencias contra la soberanía. Pero es el tiempo de que, a falta de que alguien en el gabinetito se los diga, si viene de afuera es más contundente.
Porque no es ya un mero asunto de soberanía, es un caso real de supervivencia. Y como no lo entienden así, que los corrijan ya despedidos y en la calle.
¿No cree usted?