Durante las últimas semanas, los levantamientos sociales que han ocurrido en Ecuador y Chile han llamado la atención de toda América Latina y el mundo, pues se muestra a una región convulsa por las acciones poco favorables de sus gobiernos hacia sus habitantes.
Escudándose en que el anterior presidente de Ecuador, Rafael Correa, dejó al país altamente endeudado, el actual mandatario Lenin Moreno firmó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) un acuerdo para un préstamo de 4,203 millones de dólares, lo que derivó en despidos y una flexibilización de la ley laboral.