Tras las balaceras ocurridas en Culiacán, quedó comprobado el poderío que tiene el Cartel de Sinaloa, pues desató tanto pánico y violencia en la ciudad que la gente lo compara con Irak.
“Que yo recuerde, nunca había visto algo así. La gente compara lo que pasó con Irak, con la película de Black Hawk Down”, dijo Marco Millán, bombero voluntario y paramédico de la ciudad en un reportaje que publica el diario español El País.
La capital de Sinaloa, de 850,000 habitantes, fue testigo del enfrentamiento entre el Ejército y la Guardia Nacional contra sicarios del Cartel de Sinaloa, quienes lograron poner en libertad a Ovidio Guzmán, hijo del “Chapo”. Las autoridades federales buscaban extraditar al delincuente a Estados Unidos; sin embargo, después de capturarlo lo liberaron.
Para sorpresa de todos, Andrés Manuel López Obrador justificó la liberación argumentando que priorizaron salvaguardar a la población.
Las balaceras dejaron como saldo 12 personas muertas, aunque ninguna autoridad ha dado una cifra definitiva de víctimas y heridos.
Culiacán busca volver a la normalidad, ya que la mayoría de los comercios permanecieron cerrados el viernes. Los pocos bares, restaurantes y taquerías que abrieron lucieron vacíos y los choferes de Uber y Didi no trabajaron.
La noche del viernes, el gobierno de López Obrador mandó 230 militares de élite en dos aviones de las fuerzas armadas, lo que divide la opinión en un tenso ambiente. “Yo había oído que el soldado no se daba abasto. Al militar le tienen más respeto, es la defensa del pueblo, pues”, considera Antonio, guardia de un restaurante, quien se siente más seguro con el arribo de los soldados.