Una cámara de video captó la cara de un ladrón que había entrado a un auto para robar.
Una vez que el ladrón abrió la puerta, la cámara empezó a grabar. Mientras buscaba algo de valor debajo de los asientos, se encendió la luz de la cámara y el delincuente se dio cuenta de que estaba siendo filmado. Su cara demuestra el terror y la sorpresa que debió sentir en aquel momento. Luego de unos instantes, huye junto con sus cómplices.
Según explicó la dueña del automóvil, la cámara se activa por movimiento y además envía los vídeos a su teléfono.
Mientras tanto, la Policía ya revisa las imágenes para dar con los delincuentes.
Los hechos ocurrieron en Oregón, EEUU.