Los periodistas y médicos rusos han revelado la verdad detrás de la enfermedad misteriosa que parecía padecer la armenia Satenik Kazarián. La joven afirmaba que lloraba cristales.
Según la gemóloga Olga Radiónova, estos cristales no son más que vidrio industrial picado.
Los periodistas del canal ruso NTV recogieron las pequeñas piedras que caían de los ojos de Satenik y las sometieron a examen. Según la doctora, la densidad y las fracturas de los trozos indicaron que no son cristales.
"Vidrio industrial. El más común. El laboratorio lo confirmó", dijo Radiónova.
Los medios de comunicación habían informado antes de que Kazarián sufría una misteriosa enfermedad y que esta era la responsable de que llorase vidrio en lugar de lágrimas. Los médicos no podían diagnosticarla y algunos la acusaron de fingir.
Todo empezó cuando el hijo pequeño de Satenik rompió un jarrón y la chica decidió que unos fragmentos de vidrio le habían caído en los ojos. Pero desde entonces empezó a sacar decenas de pequeños trozos de cristal cada pocas horas.
Primero, los médicos pensaron que podría ser cistinosis, un trastorno congénito del metabolismo de los aminoácidos que hace depositar cristales de cistina en órganos y tejidos humanos. La enfermedad es rara y la padece una de cada 200.000 personas. Sin embargo, en el Centro Oftalmológico de Malayán, ubicado en Ereván, no es más que el espectáculo de una mujer con problemas psicológicos.
Es posible que la chica sufra síndrome de Munchausen: un trastorno mental que hace que la persona se haga daño para llamar la atención.