España derrotó este domingo a Argentina, por 95 a 75, para coronarse en la Copa del Mundo de Baloncesto China-2019, y sumar este título del orbe al oro conquistado por su generación dorada en Japón-2006.
Los discípulos del técnico italiano Sergio Scariolo dominaron de principio a fin el partido disputado en el coliseo Wukeson, de Pekín, apoyados en la profundidad de su banquillo, que permitió una rotación más efectiva, y aprovechando el desplome ofensivo de sus rivales.
“¡Felicitaciones España! Enorme partido y merecido campeón del mundo. Muy orgulloso del equipo argentino. Gran medalla de plata! Espectacular torneo!”, publicó en su cuenta de la red social Twitter el legendario exjugador argentino Emanuel “Manu” Ginóbili.
Argentina tuvo una primera mitad para el olvido, con dificultad para recuperar balones en la pintura, poca efectividad en el tiro exterior y sin el liderazgo de sus estrellas Luis Alberto Scola y Facundo Campazzo, prácticamente anulados.
En los dos últimos cuartos el combinado albiceleste afinó su puntería y logró recortar la diferencia, que llegó a ser de 19 puntos al cierre del tercer parcial, pero un triple de Juancho Hernángomez enfrió el intento de remontada, que jamás prendió de nuevo.
Los máximos anotadores por España fueron Ricky Rubio (20 puntos) y Sergio Llul (15), mientras por Argentina destacaron Gabriel Deck (24) y Nicolás Lapravittola (17).
Rubio, un veterano que debutó como internacional a los 17 años de edad, justamente en la capital china, realizó el simbólico corte de la red y recibió de manos del astro estadounidense Kobe Bryant el premio al Jugador Más Valioso (MVP) de la final.
El base español de 28 años de edad también fue elegido MVP del Mundobasket e integró el quinteto ideal del certamen junto al serbio Bogdan Bogdanovic, el francés Evan Fournier, el español Marc Gasol y el argentino Luis Alberto Scola.
Gasol, que integró junto a su hermano Pau el equipo que se coronó hace 13 años en Japón, se convirtió además en el segundo jugador que gana la corona del orbe y de la Asociación Nacional de Baloncesto de Estados Unidos (NBA) el mismo año, algo que hasta ahora solo había logrado el estadounidense Lamar Odom, en Turquía-2010.
El escolta Rudy Fernández, el otro integrante de aquella generación conocida como la “ÑBA”, fue el elegido para alzar el trofeo dorado que ratifica a España en la elite global del baloncesto, al emblemático coro de “¡campeones, campeones, olé, olé, olé!”.
La gran decepción del torneo fue Estados Unidos, que pese a la ausencia de sus principales figuras llegó a China como favorito para la corona, y tuvo que conformarse con el séptimo puesto tras caer en cuartos de final ante Francia, a la postre medallista de bronce.
Horas antes, Francia derrotó 67-59 a Australia en la discusión de la medalla de bronce, y los galos repitieron así el tercer puesto ganado en el Mundobasket de España-2014, amén de garantizar su boleto olímpico a Tokio-2020.