El gobierno de México buscará "congelar" el tráfico de armas procedentes de Estados Unidos, en la misma forma que el país vecino demanda detener el flujo de inmigrantes, indicó hoy el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.
El canciller dijo en rueda de prensa que el gobierno mexicano planteó el pasado 10 de septiembre en Washington a una delegación de Estados Unidos, que el control de armas en la frontera común debe ser considerado como un asunto de "alta prioridad", tal y como lo es la migración.
"México va estar exigiendo las acciones que Estados Unidos debe tomar en reciprocidad a las que México está tomando", dijo el secretario (ministro) de Relaciones Exteriores de México, en la conferencia realizada en el Palacio Nacional de la capital mexicana.
"Tienen que hacer muchísimo más (...) lo que se está haciendo es muy poco, si no es que nada", recalcó el canciller, acompañado por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
De acuerdo con cifras del gobierno mexicano, el 70 por ciento de las armas de fuego con que se cometen delitos en el país son rastreadas con origen en Estados Unidos.
Dijo que por ello se acordó la instalación de un Grupo Binacional, el cual hará una revisión mensual sobre las armas vinculadas a delitos y que tienen como procedencia Estados Unidos.
Los esfuerzos se concentrarán principalmente en los puntos fronterizos de San Diego-Tijuana, El Paso-Ciudad Juárez, Laredo-Nuevo Laredo, McAllen-Reynosa y Brownsville-Matamoros.
Ebrard comentó además que pese a la buena disposición de ambos mandatarios, no hay alguna fecha acordada ni un plan a largo plazo para una reunión entre ellos.
Por su parte, López Obrador dijo en su intervención que el miércoles habló por teléfono con su homólogo estadounidense, Donald Trump, conversación en la que se reafirmó la voluntad de mantener una relación de cooperación y amistad entre ambos países.
La conversación se dio después de la reunión en Washington de una delegación mexicana encabezada por Ebrard, con autoridades de Estados Unidos, como el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, y el Secretario de Estado, Mike Pompeo, entre otros.
"Son buenas las relaciones con el gobierno de Estados Unidos, no hay diferencias de fondo, no hay ninguna discrepancia, nada que pueda llevar a tomar medidas que afecten la economía, el desarrollo de nuestro país", indicó el mandatario mexicano.